Durante un debate en la Asamblea del Cesar, citado por el diputado Raúl Romero, el consorcio que construye la placa huella que conecta el corregimiento La Victoria de San Isidro con cuatro veredas de La Jagua de Ibirico señaló que parte de los retrasos se deben a presuntas extorsiones que sufrió el contratista.
William Mardo, gerente del proyecto del Consorcio A&T, indicó que cuando empezaron a trabajar, la cooperativa de volqueteros bloqueó el acceso para exigirles que contrataran con ellos. La presión pasó a ser una extorsión cuando les impidieron trabajar sino aceptaban sus condiciones, según el testimonio.
“Durante más de 3 meses, la cooperativa de volqueteros no permitió el acceso de material al sitio si no era a través de ellos. Es decir, si ellos no toman las vías de hecho nosotros hubiéramos recurrido a transportar con vehículos propios los materiales necesarios, pero desafortunadamente bloquearon el acceso y solo hay una vía de ingreso”, sostuvo el gerente del proyecto durante su participación en el debate.
“DENUNCIAS Y EXTORSIONES”
Aunque inicialmente la obra debía estar lista en julio de 2022, han pasado casi 21 meses desde que inició la construcción y el avance no supera el 52 %. Además de las lluvias, según el gerente, el atraso se debe a que las negociaciones demoraron 3 meses.
Para que le dieran permiso, el contratista habría acordado comprarle el material de obra a la cooperativa de transportadores de La Jagua de Ibirico y permitir que, a su vez, ellos lo transportaran.
Sin embargo, antes de llegar a ese acuerdo hubo denuncias y extorsiones. “Cuando las cooperativas empezaron a poner problemas mandamos un doble troque a cargar. Cuando venía de regreso, la cooperativa paró el vehículo. Al conductor le tocó bajarse porque pretendían bajar el material del vehículo. Casualmente, yo estaba allá. Me fui para la estación de Policía y puse la denuncia. Tuvo que ir el comandante de la Policía y decirles que no debían retener el vehículo a la fuerza”, afirmó el gerente de la obra.
Al día siguiente, sobre las 8 de la mañana, relató que “habían 30 tipos en la puerta de la cooperativa”. “Yo puse una denuncia en la Policía por constreñimiento. No ha sido fácil. Lo normal es que si uno tiene sus equipos compre en la cantera y se vaya a trabajar. Pero tocó atarme de mano para avanzar en la obra y trabajar de la mano de ellos”, finalizó.
RETRASOS
En julio de 2021, el Consorcio A&T La Jagua inició la construcción de una placa huella que conectaría al corregimiento La Victoria San Isidro con la vereda Argentina Norte, en el municipio La Jagua de Ibirico. La inversión fue de $20.365 millones de pesos.
La obra adjudicada al Consorcio A&T La Jagua fue contratada por la Alcaldía de La Jagua de Ibirico, quienes aportaron el 50%, y el otro 50% la Gobernación del Cesar.
Al parecer, en los próximos días, la administración local y el contratista firmarían una adición presupuestal y de tiempo para poder terminar la obra, argumentando construcciones adicionales. Por eso, el diputado Raúl Romero aseguró que faltó planeación a la hora de ejecutar la obra.
“Habrá una adición al contrato, pero no se ha explicado cuáles son los ítems y cuánto vale. Hablan de los muros de contención como obra adicional, pero eso había que incluirlo en el contrato inicial, sino cómo se iba a sostener la placa huella. Este contrato falló en la planeación. Se hicieron las cosas a la ligera, sin tener en cuenta los imprevistos”, argumentó Romero.
Por su lado, el contratista se defendió afirmando que materiales como el acero subió un 85% en el 2021, y el cemento un 6%. “Otro contratista hubiera tirado la toalla. Nosotros no. Creemos que cuando uno se mete en estos contratos tiene dos opciones: te va bien y ganas, o te va mal y pierdes dinero”, apuntó.
Al final, si la obra continúa al ritmo actual, el contratista necesitaría 7 meses más para terminar los casi 8 kilómetros que faltan por intervenir. Es decir, si no se vuelve a presentar una temporada de lluvias, estarían entregando la vía entre noviembre y diciembre del 2023.
“Un día de lluvia en la zona puede producir hasta 3 días de retraso porque los vehículos de carga no pueden subir. Toca, obligatoriamente, esperar que el terreno drene. A veces también debemos intervenir los derrumbes”, cerró el contratista.
Por Redacción EL PILÓN