Desde mi cocina
Por: Silvia Betancourt Alliegro
REFRANERO COLOMBIANO (CONTINUACIÓN)
Baila más que un trompo.
Bala que zumba no mata.
Barájamela más despacio.
Barriga llena, corazón contento.
Bebe más que un macho asoleado.
Blanco es, gallina lo pone.
Brilla por su ausencia.
Buen buey no pisa mata, y si pisa no mata.
Bueno es culantro, pero no tanto.
Bueno es cilantro, pero no tanto.
Caballo grande, ande o no ande.
Cachetada en cuero ajeno no duele.
Cada arepa tiene su tiesto.
Cada día trae su propio afán.
Cada loco con su tema.
Cada oveja con su pareja
Cada perro con su hueso.
Cada quien es dueño de su miedo.
Cada uno en su casa es rey, pero su mujer hace la ley.
Cada uno se rasca donde le pica.
Caimán no come babilla.
Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.
Caras vemos…Corazones no sabemos.
Carne que se lleva el gato no vuelve al plato.
Casado, pero no capado.
Come más que el gobierno.
Come y bebe, que la vida es breve.
Con amor y aguardiente, nada se siente.
Con el ojo afuera no hay santa Lucía que valga.
Con virtud y bondad se adquiere autoridad.
Conozco al viajero por las maletas.
Cría cuervos y te sacarán los ojos.
Cría fama y échate a la cama.
Cuando el muerto encuentra quien lo cargue se hace el pesado.
Cuando el rió suena, piedras lleva.
Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar.
Cuando se enojan las comadres, se dicen las verdades.
Cuando uno está de malas, hasta los perros le ladran.
Cuando uno va de culo no hay barranca que lo ataje.
Cuídate al ir por lana de no salir trasquilado.
De dinero y bondad, siempre la mitad.
De esperanzas vive el hombre, y muere de desilusiones.
De golosos y tragones están llenos los panteones.
De los arrepentidos se vale dios.
De los parientes y el sol, entre más lejos, mejor.
De noche, todos los gatos son pardos.
De sabio, poeta y loco, todos tenemos un poco.
De tal palo… Tal astilla.
Del afán no queda sino el cansancio.
Del ahogado…. El sombrero.
Del amor al odio sólo hay un paso.
Del árbol caído, todos hacen leña.
Del dicho al hecho, hay mucho trecho.
Del plato a la boca se cae la sopa.
Despacio voy, porque de prisa estoy.
Después de la tempestad viene la calma.
Después de muerto no hay quien ronque
Día martes, ni te cases ni te embarques.
Dime con quién andas y te diré quién eres.
Dime cuanto traes y te diré cuanto vales.
Dinero sin caridad, es pobreza de verdad.
Dios aprieta, pero no ahorca.
Dios le da pan al que no tiene dientes.
Dios los cría y ellos se juntan.
Dios me libre de las aguas mansas que de las bravas me libro yo.
Dios no castiga ni con palo ni con rejo.
Dios sabe como hace sus cosas
Disfruta, come y bebe: que la vida es breve.
Donde come uno comen dos.
Donde hay amor, no hay temor.
Donde hay gana, hay maña.
Donde manda capitán no manda marinero.
Dos bueyes machos no viven en una misma cueva.
Dos cabezas piensan más que una.
El buey solo bien se lame.
El consejo de la mujer es poco, y el que no lo toma es loco.
El diablo sabe más por viejo que por diablo.
El dinero no lo es todo.
El fin justifica los medios. (No siempre)
El frío conoce al desnudo y el mosco al arremangado.
El frío conoce al encuero y el sol al sin sombrero.
El hábito no hace al monje.
El hambre es la buena, no la comida.
El hombre propone la mujer dispone y el diablo sopla.
El ladrón juzga por su condición.
El mal escribano le echa la culpa a la pluma.
El melón y la mujer son difíciles de conocer.
El mico le dijo al mono: mira qué rabo tenés; y el mono le contestó: y ¿el tuyo no te lo ves?
El mono sabe a qué palo trepa.
El paso difícil… Darlo primero.
El peor de los males es tratar con animales.
El perfume fino viene en envase pequeño.
El pez por la boca muere.
El pez que busca anzuelo, busca su duelo.
Sigue la semana que viene…
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