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¿Construimos el futuro de Valledupar?

En el primer semestre de la presente anualidad la Contraloría General de la Republica, reveló un informe sobre las obras que quedaron inconclusas o abandonadas en los últimos 15 años en la ciudad de Valledupar. Este despropósito es lo que comúnmente conocemos como elefantes blancos, los que las administraciones de turno gastaron más de 61.000 millones de pesos en obras inconclusas.

Reciente en nuestra ciudad fueron inaugurados los bicicarriles ubicados en la calle 17 y la carrera novena, el contrato de esta obra alcanzó los 1.200 millones de pesos. No quiero decir que este proyecto constituya un elefante blanco, lo considero bien intencionado; pues, es un requerimiento que demanda el orden ambiental de la humanidad, y además, es una forma de ofrecerle a la ciudadanía un espacio para que pueda movilizarse sin los peligros inherentes al tránsito vehicular.

No obstante, a las bondades e intenciones de los bicicarriles, no deja de preocuparme la imprevisión e improvisación inmersa en este proyecto, sin embargo, habría que revisar las metas y objetivos del Plan Municipal de Desarrollo en materia de infraestructura vial, en aras de puntualizar la periodicidad de medición, con el objeto de no entrar en el club de los desconfiados según los cuales en las postrimerías del gobierno, Fredy Socarras Reales está raspando la olla.

Mis inquietudes se refieren a la prospectiva vial de la ciudad en materia vial, no podemos seguir cometiendo el error de construir para después destruir, para modernizar la red de acueducto ha sucedido a menudo con algunas calles de la ciudad.

Lo considero teniendo en cuenta que el Sistema Estratégico de Transporte Público, promovido como el proyecto de mayor envergadura de los últimos 20 años en Valledupar, suponía la construcción de 17 kilómetros de vías nuevas y la rehabilitación de 9 kilómetros de la malla vial; la habilitación de 17 Kilómetros de ciclo rutas, paraderos y la rehabilitación de 9 kilómetros de Espacio Público. ¿Cuántos kilómetros han sido construidos? Sería un grave error destruir los separadores de los bicicarriles por las necesidades de estructuración de las vías para el funcionamiento del Sistema Estratégico de Transporte, es absurdo construir la ciudad sin pensarla para el futuro, y peor aún, profundizar el detrimento de su patrimonio fiscal.

Los bicicarriles estuvieron precedidos por el cambio de sentido de algunas vías en la ciudad. En nuestra sociedad asumir y aceptar los cambios es todavía complejo, muchos factores inciden en esta dificultad, por lo tanto, corresponde a las instituciones ejecutar los procesos de desarrollo con la suficiencia del ejemplo y las metodologías de sensibilización disuasiva, como argumento para el uso de las coercitivas.
Construir Nación y Sociedad es para algunos una arenga revolucionaria, soslayan que es una necesidad perentoria, naturalmente requiere del concurso ciudadano, pero fundamentalmente de la fortaleza de las instituciones. Las ciudades del país crecieron aisladas de los modelos de planeación, en el mismo sentido el concepto de Cultura Ciudadana, es por ello que en la determinación del gobernante está implícito el crecimiento y desarrollo de los pueblos, priorizando objetivos del presente para construir el futuro, Valledupar no debe estar por fuera de este contexto.

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Luis_Elquis_Diaz: