Por: Basilio Padilla
Día 47 del derrame de petróleo más grande de los E.U y el presidente Obama visita el área del desastre en el golfo de México por segunda vez. Los críticos han hecho público el hecho de que las cosas se han movido muy despacio y que la seriedad del problema no fue analizada apropiadamente desde el principio.
Los enemigos políticos del presidente Obama han aprovechado esta gran oportunidad para desquitarse de las críticas severas que el entonces candidato a la presidencia Barack Obama le hizo al presidente Bush durante el desastre de Catrina en el estado de Louisiana y la ciudad de New Orleans.
Después de tantos fallidos intentos de ponerle fin a este monstruoso derrame de petróleo, este ya ha hecho su aparición en 4 estados, donde indiscutiblemente creará una calamidad enorme para sus gentes y para el gobierno. Muchos de estos estados que viven más que todo del turismo, verán sus arcas vacías después que el crudo toque sus costas y playas como las del estado de la Florida. Todo esto sin tener en cuenta el enorme daño ecológico causado a la flora y fauna de estas regiones, donde ya miles de pelícanos aparecen muertos en las playas.
En cuanto a la compañía British Petroleum (BP), afronta un futuro incierto y una ola de demandas y críticas, ya que tampoco supieron afrontar el problema desde sus inicios, lo cual muestra que no tenían ningún plan si algo como esto sucedía. Su presidente británico Tony Hayward, hizo comentarios quizás sin analizar la magnitud del desastre.
El presidente Obama le acaba de pasar una cuenta de 60 millones de dólares que sólo compensaran una mínima parte de los gastos y mientras tanto miles de personas que viven de la pesca y otros negocios en la costa han visto sus sustentos caer precipitosamente al suelo. Se espera que BP al menos indemnice la forma de vida de estos habitantes. En duda también ha sido puesta las posibilidades de sobrevivencia de la compañía y si esto llega a suceder el gobierno federal quedará con la gran responsabilidad de llevar a cabo el trabajo de limpieza que, según algunos analistas en la materia, puede durar más de 4 años.
Las severas criticas al gobierno han sido más que todo por la lenta respuesta y también por no aprobar planes de contingencia como los propuestos por el gobernador de Louisiana, el republicano Bobby Jindal.
El desastre del Golfo le llega al gobierno, al mismo tiempo, que otros sucesos hacen su presencia como los del medio Oriente y el ataque israelí a una flotilla de paz que se dirigía a Gaza con resultado de 9 muertos.
La critica en este sentido ha sido que el presidente Obama, le ha prestado mas atención al mundo musulmán que al judío. No importan cuales sean las circunstancias, parece que el mundo conservador de este país no pierde ninguna oportunidad de atacar al gobierno, con la esperanza que este presidente no sea reelegido en el próximo periodo.
El otro punto de lucha ha sido la situación de inmigración y las leyes instauradas por el estado de Arizona. En este caso, el presidente Obama claramente se ha puesto en apoyo de los fuertes grupos latinos, sean cual sean las consecuencias futuras. La polarización de las fuerzas políticas parece ser de grupos minoritarios, afro-americanos y latinos en contra de corrientes conservadores blancas. La elección del primer presidente afro-americano, iba a traer estas luchas de clases, esto pasa cuando personas de grupos minoritarios pasan a ocupar puestos de influencia en el gobierno, algo que nunca había sido visto en la historia de este país.
La supervivencia del presidente Obama, tendrá mucho que ver como se resuelvan estas situaciones en el futuro cercano. Una cosa es cierta, ha perdido mucho apoyo del poderoso grupo judío americano, que siempre esperan el mejor tratamiento para Israel.