Consciencia

Creemos conocernos por el simple hecho de saber lo que pensamos y conocer nuestro pasado, cuando en realidad, los pensamientos no nos pertenecen, y lo vivido, no es como lo recordamos.

Padres, gobierno, sociedad, publicidad, amigos, en ocasiones, todos ellos se apoderan de nuestra mente, sin pasar por ningún tipo de filtro o esquema de seguridad, a fin de preservar nuestra cordura, y llevar una vida acorde con nuestros verdaderos valores y principios, pero en realidad, terminamos sin darnos cuenta, siendo un  reflejo sin carácter ni criterio, del menú que le sirven a todo aquel que no se quiere cuestionar. Las grandes empresas, aquellas que gozan de una imagen, cultura y clima definidos, logran sus objetivos, gracias a que en lugar de permitir que cada persona haga o piense lo que desee, invierte en programas de formación, con el fin de alinear las personas a la empresa, de lo contrario, no funciona. Pero antes de capacitar, las empresas hacen algo decisivo, y es saber identificar, quién se encuentra abierto y dispuesto a ser capacitado, quién desea realmente cambiar, quién tiene la capacidad de desaprender y aprender, para luego adherirse a algo más grande, y caminar al mismo ritmo que la empresa lo designe. Infortunadamente, muchas personas no tienen la capacidad de desaprender, de cuestionarse, de cambiar, de aprender, de adherirse a normas y parámetros en pro de un bienestar general, y esas, son las personas que creen conocerse, cuando en realidad no se conocen, y están evitando hacerlo.

Parece increíble, pero las personas más resistentes al cambio, con dificultad para desaprender viejos hábitos, replantearse nuevas rutinas y aprender nuevas cosas, suelen tener mayor dificultad para conocerse, toda vez que es en medio de los problemas, las dificultades, los retos, las adversidades, y los enfrentamientos con otras personas, que logramos conocernos, descubrirnos, saber realmente de qué estamos hechos.  Una vez logramos conocernos, podemos decir que somos conscientes de nosotros mismos, de lo contrario, somos una fantasía, puro humo, cenizas que se esfuman con el primer impase o el primer contratiempo.

Así como una empresa selecciona personas que tengan consciencia organizacional, a fin de incorporar empleados que tengan la capacidad de comprender las circunstancias organizacionales, logrando así mismo prevenir situaciones e identificar riesgos, los seres humanos, debemos aprender a ser conscientes de nuestra vida, identificando las necesidades familiares, previniendo además cualquier conflicto en la sociedad; lastimosamente, muchas veces necesitamos que alguien despierte nuestra consciencia dormida, ya que no logramos conocer nuestros hijos, prevenir problemas familiares o simplemente, controlar nuestras propias reacciones. 

Tenemos dos ojos para mirar afuera, no dentro de nosotros, y si te sientes en paz únicamente con los ojos cerrados, significa que estás evadiendo una realidad, de la cual no quieres ser consciente, y no eres capaz de manejar. Cerramos los ojos para reflexionar sobre nuestras acciones, no para evitarlas. Si deseas conocerte, ponte a prueba, nos conocemos a través de las relaciones, de los inconvenientes que surgen cuando trabajamos en equipo, no evites hablar, o expresarte, al evitar, evitas vivir, y evitas conocerte, así como conocer tus reacciones, tus emociones, tu vulnerabilidad y tu capacidad para estar presente y sostenerte.  Ponerte a prueba no es buscar conflictos, es identificar quién eres, en medio de ellos.

Por: María Angélica Vega Aroca 

Psicóloga 

Categories: Columnista
Angélica Vega: