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Confianza mutua

Recién empieza el mundo a hablar de reactivación económica segura, un concepto que en palabras llanas significa que debemos seguir adelante a pesar del covid-19, pero protegidos por las vacunas. Será este un proceso difícil que exigirá de nosotros como sociedad e individuos. Y más en regiones y ciudades como Valledupar, donde la reactivación significa recuperar más de lo que se perdió.

Y es que Valledupar y su región padecen, incluso desde antes de la pandemia, problemas de desempleo: las oportunidades son limitadas. Por eso, las autoridades están buscando alternativas para incentivar la generación de puestos de trabajo. En la última semana la Alcaldía de Valledupar lanzó una apuesta en ese sentido, comprometiéndose a pagar el 25 % del costo del salario mínimo de los jóvenes que contraten las empresas locales, una apuesta que se suma al 25 % que aporta el Gobierno nacional.

Pero esta iniciativa necesita de todos, principalmente de los empresarios y los jóvenes. De los empresarios, más que caridad, se espera confianza, apostar por nuestros jóvenes. En EL PILÓN creemos en el poder y la capacidad de los jóvenes, por eso invitamos al empresariado local a que, en un acto de fe y solidaridad, no caridad ni regalo, se una a esta campaña y cubran esas vacantes con jóvenes sin experiencia que buscan materializar ese sueño vallenato.

Sí, así como existe el sueño americano, existe el sueño vallenato, el cual vive en el espíritu de miles de jóvenes del departamento y la región que llegan a la capital mundial del vallenato en busca de una oportunidad para crecer. Debemos confiar en nuestros jóvenes, si no, ¿para dónde vamos?

Por otro lado, así como venimos resaltando el derecho de todos a un trabajo digno, en este caso queremos concentrarnos en la responsabilidad de los jóvenes dentro de la reactivación económica. Valledupar necesita de una juventud propositiva y pilosa, que premie la ley del mayor esfuerzo y no le dé cabida a la mediocridad.

Y por supuesto, la juventud debe actuar bajo la honestidad, una norma estricta que no da cabida al tramposo ventajismo o malicia que nos han condenado a estar  en los últimos lugares de las gráficas de desarrollo.

Cuando se consulta a empresarios locales sobre las razones de ese atraso, en común acuerdo señalan que la falta de asociatividad tiene una gran responsabilidad. Estamos hablando de esa desconfianza que existe y que impide trabajar juntos.

Si no dejamos atrás esos valores que nos separaron y establecemos nuevos acuerdos, con la confianza y la honestidad como pilares, no habrá política o apuesta que funcione en la ciudad. Empecemos por confiar en el prójimo,  lo cual no es muestra de debilidad, tampoco de ingenuidad

Al final, el punto es que hay que lograr que se motiven los empresarios, los jóvenes lo crean y acepten el desafío con compromiso,   y sus familias identifiquen una oportunidad de acompañarlo en la  posibilidad de superación;  y de reactivación general de la economía. 

Categories: Editorial
Redacción El Pilón: