Por: Giomar Lucía Guerra Bonilla
Gustavo Gutiérrez como siempre en un canto lírico, de añoranza de lo vivido, poetisa la historia de uno de sus amores. La canción ‘El Perdón’ se presenta como un relato autobiográfico. Se narra desde la perspectiva del protagonista, quien nos cuenta un episodio de su vida. Es el cantautor que definió una época, una tendencia que muchos siguieron por el prestigio y tan decidida influencia logró crear una generación; llegando a ser sus versos, merced a las circunstancias, no las notas perdidas del sentimiento individual y solitario, sino las notas compartidas de un poeta, como precursor del vallenato romántico, que con su inspirada musa original y vigorosa que le imprimió el carácter personal, local y universal.
A la pregunta ¿cuál es su canción favorita?, algunos de los presentes en la reunión quedamos un poco sorprendidos cuando respondió: “Si perdoné”, sobre cuyo personaje, dijo guardar todas las reservas.
La primera parte del texto narrativo dice:
Si perdoné, si comprendí es porque llevo en el alma
una razón que yo aprendí y es la más noble palabra
si Cristo fue el redentor y nos enseña la historia
que perdonó en el final y así demuestra su gloria
el amor que es verdadero lo entrega todo por nada
feliz en su encantamiento su mente vive saciada…
Como podemos observar en este caso el amor espiritual y cristiano, género cultivado en la poesía castellana, lo inspiran para crear esta elegía con una fuerte carga romántica, donde trasluce un desgarrado y profundo sentimiento de dolor, reflejo de la influencia de sus primeras lecturas y escuchadas de poemas de místicos como Santa Teresa de Jesús, posiblemente San Juan de La Cruz, del ambiente de religiosidad de su entorno hogareño y de su sensible personalidad. La poesía es en sí una forma de religión. Uno de los mejores encantos de Jesucristo fue que dijo las verdades más grandes en lenguaje poético Es vivencial y asociados al momento que se vivió con intensidad.
Por eso afirmamos la notoriedad de la acentuada veta romántica y el reflejo de su propio y efusivo carácter“. Refleja aquí sus anhelos e inquietudes. Sus penas. La profunda descripción de su estado de ánimo. El desánimo por el olvido, es el corazón el que está clamando y prodigando el perdón igual que Jesucristo en la cruz convencido de su aseveración poética.
Amó a una mujer con un verso sincero y también amó a Jesucristo Crucificado, al pasado feliz que ya no es y suelta esa tristeza cuyo recuerdo atenaza su sensible corazón. Para soltar los nudos que lo atan a una nada que no le pertenece pero que lo tortura. Es la oración de la angustia que deja el vacío de la soledad. El desenlace. La ausencia definitiva.
Al analizar las estrofas La canción ‘Si Perdoné’, sus versos tienen una rima muy eufónica que le dan la cadencia y ritmo adecuados.
El Tema está afianzado en la bondad de Dios y la toma básica y moralmente como ejemplo para él y sus semejantes.
El Mensaje central está en la siguiente estrofa:
“Se sublimará tu alma / atemperará tu orgullo / deja que el amor fluya/ que brote como un capullo
Si el Señor murió triste en una cruz/ ¡ generosidad!. Nos brinda el perdón / símbolo de paz, lleno de humildad… ”
Estilo: El autor habla en primera persona para dar ejemplo a los demás. Emplea un lenguaje donde mezcla lo teológico con símiles para afianzar su fe en Dios.
‘El Perdón’, la grabó Iván Villazón con Beto Villa en el álbum La Compañía. No les gustaba a los otros grupos musicales, porque en vez de hablar de la mujer, hablaba de Jesús en la Cruz
¿De cuáles canciones hubiera querido ser autor? Respondió de La Golondrina del Rafael Escalona y de Ausencia Sentimental de Rafael Manjarrez.
Ya en los años cuarenta, en la población de La Paz, hoy Cesar, donde fue a hacer el año rural y optar por el grado de médico, permaneció allí más de lo previsto el médico folclorólogo, literato y caminante colombiano, Manuel Zapata Olivella. Fue una de las personas que visitó el nobel García Márquez en su viaje en busca de sus raíces y otros menesteres a quien Zapata Olivella le desmenuza las canciones de Rafael Escalona. Manuel deja allí a una mujer adolorida y con el corazón lastimado de amor: Se fue a recorrer América a pié desde La Paz hasta Alabama y, Rafael, compositor mozo, en vez de subsanar, hizo sangrar más el alma herida, sin proponérselo, con la canción ‘La Golondrina’, que no debe confundirse con otra de sus canciones ‘El arco iris’:
Arriba de las estrellas/ donde está el reino de Dios / Allá quisiera estar yo /para no acordarme de ella / Pero como no estoy allá / ando vagando por la vida/ como una errante golondrina / que nadie sabe a dónde va /a donde va, a donde va.
Dices que te hago sufrir / como pa’todo hay remedio / mi vida me voy muy lejos / a donde no sepas de mi / ¡Ay! porque tú dices que yo he sido la cruz de tu vida / Ahora me voy pa’La Guajira / y me despido adiós, adiós / adiós, adiós, adiós, adiós/ Hace tiempo había pensado / ausentarme de Colombia / me duele por la persona de mi compadre Emiliano.
En cuanto a ‘Ausencia Sentimental’ de la autoría de Rafael Manjarrez, adoptada como el himno del festival, es una composición no sólo de gran belleza poética, sino llena del sentimiento que experimentamos cuando estamos lejos del terruño, en ocasiones tan especiales como la celebración del Festival de la Leyenda Vallenata, uno de los baluartes de nuestra identidad.
“Ya se acerca el festival vinieron a invitarme…”