Este martes 10 de otubre Valledupar celebró el Día Internacional de la Salud Mental, una fecha destinada a crear conciencia sobre los problemas que, sobre este particular, afectan a la sociedad.
Hubo jornada preventiva en el Hospital Rosario Pumarejo de López con el fin de brindar información sobre los signos de alerta que pueden indicar problemas de salud mental y promover el bienestar físico y emocional.
Desde este espacio reiteramos y recalcamos las principales recomendaciones que los especialista en el tema hacen a la comunidad cesarense, siendo las principales las acciones de prevención y toma de conciencia sobre las terribles consecuencias a las que puede llegar esta enfermedad si no se actúa a tiempo y en atención a las señales de alerta.
Es necesario ratificar una vez más que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido que la salud mental es un derecho humano universal y busca promover el conocimiento y la sensibilización sobre este tema, así como impulsar medidas para proteger a toda la humanidad de este flagelo.
En Valledupar y el departamento del Cesar son muchos los casos lamentables registrados en los que se hace evidente la falta de orientación y tratamiento oportuno de la enfermedad, en especial en la zona del corredor minero del departamento. Diversos informes así lo han revelado y EL PILÓN los ha difundido en aras de lanzar alertas que ayuden a tomar medidas.
Son situaciones muy características de una comunidad agobiada por la falta de empleo, de oportunidades de formación y con pocas esperanzas para adquirir los ingresos que les permitan satisfacer sus necesidades básicas. Eso merece una atención prioritaria.
Es importante reconocer que la salud mental no es un asunto aislado. Está intrínsecamente ligada a factores socioeconómicos, culturales y de salud física. En este sentido, el Cesar enfrenta esa difícil tarea de resolver los problemas que se presentan en términos de desigualdad económica, acceso limitado a servicios de salud, y una realidad marcada por la violencia y el desplazamiento forzado. Dicen y repiten los estudiosos del tema que estos factores pueden tener un impacto negativo en la salud mental de la población.
En medio de tantas dificultades, también es válido reconocer que Valledupar y el Cesar cuentan con una serie de recursos y fortalezas que pueden utilizarse para promover la salud mental. La cultura vallenata es un tesoro cultural que puede ser una fuente de resiliencia y apoyo emocional para la comunidad.
Además, la comunidad está compuesta por personas solidarias y comprometidas que pueden ser aliados en la promoción de la salud mental. Sin embargo, es evidente que se requiere una mayor inversión en recursos y esfuerzos dirigidos a la atención de la salud mental en la región. Esto incluye la expansión de los servicios de salud mental, la formación de profesionales capacitados en el área y la reducción del estigma asociado a los trastornos mentales. La promoción de la salud mental debe ser una prioridad en las políticas públicas y en la agenda de las instituciones de salud locales.
No se puede dejar de lado el fomento de la educación y la conciencia pública sobre la importancia de la salud mental. Esto implica desterrar mitos y prejuicios, y fomentar un ambiente en el que las personas se sientan cómodas buscando ayuda cuando la necesitan. La atención temprana de los problemas de salud mental puede prevenir un sufrimiento innecesario y mejorar la calidad de vida de las personas.