En los 1983 y 1884 el Festival Vallenato fue realizado sin tropiezo por la Oficina de Cultura y Turismo Municipal dirigida por el Dr. Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa que hoy nuevamente está al frente de esta ala cultural, pero con la ventaja de tener el Parque Consuelo Araujo Noguera a su entera disposición, recordando también 1885 se conformó una junta organizadora festival dirigida también por el mismo Tomás Darío, junta que para 1886 dio origen a la Fundación de la Leyenda Vallenata (FFLV) lo que pone en evidencia su tino y capacidad para dirigir el aquelarre de muestra cultura musical.
El Festival es un evento que reconociendo la labor de la FFLV está montando y listo para arrancar en cualquier momento pero a ellos no les pertenece, es de el pueblo, y opera como un traga níquel y solo basta introducirle una moneda y pulsar un botón para que entre en funcionamiento y tener alguien que conozca su mecanismo. Únicamente se necesita fijar una fecha y convocar y de todas pestes del país y fuera de él llega gente a borbotones como todos los años.
Que gran oportunidad tiene en sus manos señor alcalde para reforzar las arcas del municipio, cuyos recursos siempre andan delgaditos ya que el Festival deja como utilidad una importante suma de dinero, que podría invertirse en llevarle una voz de aliento a los barrios más pobres de la ciudad o podría también iniciar en área del parque la construcción del Panteón de Los Juglares, el Museo Musical Vallenato, la Biblioteca del Vallenato con salas virtuales, el Patio de las Esculturas o una escuela para los hijos nietos todos los músicos que precariamente viven de su actividad o cualquier otra obra represente nuestra cultura.
Comprendo esta es una decisión transcendental en su Gobierno y para el futuro de nuestro folclor, pero no olvide que aquí en Valledupar tenemos gente muy capaz que puede a asesorarlo y apoyarlo en esta gesta, podría usted conformar una junta cívica o una Corporación con participación ciudadana, esa que tanto pregonó durante su campaña a la Alcaldía y podrían ser sus aliados la Cámara de Comercio, Comfacesar, Sayco, la Universidad Popular del Cesar, la Gobernación del Cesar, gestores culturales, el sector privado y todo aquel que tenga propuestas sanas para que el Festival siga con paso firmé desde que inició en aquel histórico año 1968.
Estas líneas le hacen eco al clamor general pueblo vallenato, el que lo eligió, lo respeta y lo respalda en todas sus decisiones y que sigue abrigando la esperanza de ver nuevamente esplendor de nuestro folclor hoy desdibujado y con tintes opacos, pues si bien es cierto que el Festival a crecido como espectáculo musical con visos internacionales, es innegable que su esencia folclórica esa que le dio vida está hoy en franco deterioro. Pregúntele la gente de la Unesco si sería más grato para ellos ver en tarima a Náfer Durán, Emiliano Zuleta, ‘El Turco’ Gil , que a Daddy Yankee, Ricky Martín y Míster Black.
Señor alcalde, el pueblo la tiene clara; Tomás Darío la tiene clara y si usted no la tiene muy clara asesórese y decídase para que pueda pasar a la historia, no como un alcalde más de los tantos que ha tenido Valledupar, sino como un verdadero héroe que fue capaz de devolverle el Festival al pueblo.
Posiblemente, el próximo Festival Vallenato no tendrá el mismo brilló farandulero de los anteriores, pero folclóricamente recibirá mucho más oxígeno.
Atrévase que el mundo es de los atrevidos que actúan con lucidez.
Por Julio Oñate