Cuidar a los que no se cuidan, para que los que no se cuidan, no infecten a los que nos cuidamos. Eso es lo que infructuosamente ha tratado y trata de hacer el Mello como alcalde; la labor es titánica, no hay forma de que los irresponsables e indolentes entiendan que el mal nacido bicho ese no se ha ido, no se ha mermado y menos desaparecido; ahí está vivito y coleando al acecho para caerle a todo el que le dé papaya y lo que tenemos que hacer es seguir cuidándonos.
No nos quitemos el tapabocas cuando salgamos a la calle a hacer estrictamente lo necesario. No salgamos por no dejá, cancelar el saludo de manos y besos, puro saludo militar como desde hace mucho tiempo lo practica mi querido primo hermano, el exgobernador ‘Toño’ Murgas, que no le da la mano a nadie, sino que abraza o lo practicaban en mi Villanueva querida Luis Beltrán Dangond y Luis Felipe Ovalle y aquí en El Valle había uno que la daba obligado por la elegancia y buena educación, pero enseguida se las paseaba, mi inolvidable y querido jefe y tío político Manuel German Cuello G, ‘Man’.
La ciudadanía debe de recibir con agrado y cumplir las medidas restrictivas decretadas por el señor Alcalde; qué noches de brujas ni qué carajos, qué Hurtado ni qué 8/4, vayan al zipote las fiestas y reuniones y a la m… el ron y las francachelas. Vamos a cuidarnos “con una 45 en la puerta” y a ningún gordito, redondo y puyú dejemos entrar, porque si entra nos friega.
Eduquemos, ilustremos a los hijos y nietos que creen que por su juventud y vitalidad son los chachos e inmunes, hagámosles ver que de pronto a ellos no los mata el huevón ese; pero que si infectan a sus padres y abuelos, a ellos sí se los puede llevar la huesuda.
Entonces, bienvenidos el toque de queda y la ley seca en el día de las brujitas y bienvenidas todas las medidas que se tomen para preservar la vida de los que nos cuidamos; pero también, aunque sea a las malas, de los que no se cuidan.
Acuérdense, lo he dicho muchas veces y no me cansaré de repetirlo, esto no se acaba, sino cuando aparezca una droga que mate al terrible bicho ese o una vacuna que nos inmunice; las dos están en camino y de un momento a otro aparecerán y podremos retomar nuestras costumbres y libertades como lo hacíamos antes, si contamos con la buena suerte de no ser contagiados. Dios dijo: “ayúdate y yo te ayudaré, que equivale a cuídate y yo te cuidaré.
Alcalde siga en esa lucha titánica defendiendo la vida de su comunidad aunque haya insensatos que no reciben con beneplácito las normas prohibitivas para defender nuestras vidas y aunque no quieran, las de ellos.
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Cuándo será que los señores Inspectores de Policía comenzarán la labor de hacer limpiar los lotes enmontados y sus andenes y el señor Director de Tránsito levantará el tapón instalado en la carrera 12 con calle 15 para comodidad de los conductores.