Ocho municipios integran la prueba
El Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación y la Alta Consejería para la Equidad de la Mujer, implementaron de manera conjunta, una estrategia piloto por dos años en 192 municipios del país, de los cuales ocho de ellos están ubicados en el Cesar, con el propósito de atacar los factores sociales que influyen en el embarazo en adolescentes y de esta forma reducir los índices de nacidos vivos en esta población.
La prueba piloto se implementó a partir del este año en los municipios de Curumaní, Aguachica, El Paso, Bosconia, La Jagua de Ibirico, Agustín Codazzi y Valledupar donde se viene trabajando a partir de las acciones de las diversas instituciones locales involucradas en esta problemática en una fase de alistamiento para iniciar el proyecto en el 2013.
Con esta estrategia se busca probar que se pueden trabajar articuladamente todos los factores que influyen en esta problemáticas desde una mirada integral, dijo Sandra Sterling Plaza Coordinadora de la Estrategia de Prevención del embarazo en adolescentes de la Alta Consejería para la Equidad de la Mujer, en su visita a esta ciudad con el propósito de participar en la Cumbre de Jóvenes organizada por la Gobernación del Cesar.
La funcionaria explicó que en años anteriores se venía tratando la problemática única y exclusivamente desde un abordaje biológico con métodos anticonceptivos, sin muchos resultados por lo que se puso a prueba un nuevo método integral que incluye otros factores como la educación, la cultura, la participación juvenil y la protección de niños, niñas y adolescentes.
“Además de la promoción del uso de métodos anticonceptivos, se trabajan conjuntamente, el tema de derechos sexuales y reproductivos que incluye un componente de respeto por el otro, en el adquiere un papel muy importante la educación sexual integral que en Colombia está a cargo del Ministerio de Educación”, señaló Sterling Plaza.
Cultura permisiva
Por su parte Diva Janneth Moreno López, médica asesora del Ministerio de Salud en el tema de salud sexual y reproductiva de adolescentes, afirmó que los derechos de las adolescentes, tienen un papel importante en el tema de la cultura, porque se ha aceptado socialmente que hombres de mayor edad tengan relaciones sexuales con niñas.
En el entorno social es común ver niñas menores de 14 años embarazadas y con parejas sexuales 9 años mayor que ellas, pero generalmente en ese tipo de relación quien toma la decisión no es la niña, explicó la asesora del Ministerio de Salud.
La cultura promueve unas relaciones inequitativas de género al ver a las niñas como un objeto, lo que incentiva un comportamiento inapropiado con ellas, que termina en un embarazo temprano cuando ellas todavía no están en capacidad de decidir, afirmó.
“Estamos ante una situación de una relación abusiva frente a la menor, una relación de poder inequitativa que hay que empezar a denunciar. Cuando toda la sociedad cesarense entiendan que acceder carnalmente a una niña menor de 14 años es un delito, que no debe ser aceptado por ninguno de nosotros y debe ser sancionado no solo penal sino socialmente, ese problema empieza a disminuir”, dijo Moreno López.
Una solución integral
La funcionaria explicó que dentro de los múltiples factores que influyen en el embarazo en adolescentes se encuentran el inicio temprano de relaciones sexuales, el no uso de métodos anticonceptivos, la dificultad de acceso a los servicios de salud y las uniones tempranas.
Esos son los factores más próximos en los que tradicionalmente hemos trabajado desde la salud para tratar de prevenir el embarazo y reducir las cifras, pero nos hemos dado cuenta de que existen otros factores que también pesan mucho como el nivel educativo, el área de donde viene la persona ( rural o urbana), el contexto social donde se desarrolla la persona, porque se registran más embarazos en mujeres sin educación o con instrucción primaria que las que tiene educación secundaria o superior, afirmó.
Moreno López sostuvo además que otro de los factores que influye es la cultura patriarcal porque promueve unas relaciones inequitativas de género al ver a las niñas como un objeto, lo que incentiva un comportamiento inapropiado que termina en un embarazo temprano cuando ellas todavía no están en capacidad de decidir.
“Si vamos todos juntos muchos a combatir el mismo mal, podemos incidir mejor en esta problemática todas las instituciones involucradas para poder construir política pública y mejores proyectos de vida para ellas”, afirmó la funcionaria.