Un teclado y un computador es todo lo que necesitan niños, jóvenes y adultos para aprender a tocar acordeón. Así funciona Huellas del Maestro, by Cocha Molina, la plataforma de educación virtual que nació en tiempos de pandemia cuando el mundo tuvo que reinventarse y a partir de la necesidad de cuidar y preservar el vallenato tradicional.
La plataforma E-Learning es única en el mundo y cuenta con una metodología de enseñanza para aprender a tocar el instrumento musical universal en 48 horas.
Este miércoles, Huellas del Maestro presentó a siete beneficiarios que son el reflejo de que la idea del rey de Reyes empieza a dar sus primeros frutos. “Gracias a Dios que se han inscrito tantos alumnos, que no pensé que iban a ser tan rápidos, briosos, de aprender a tocar acordeón en una forma magistral y conservando las pautas, la tradición y la cadencia que ha tenido siempre ‘el Cocha’ Molina”, dijo el acordeonero vallenato en diálogo con EL PILÓN.
El curso virtual tiene una duración de 120 horas y contiene 3 módulos del aire paseo, con canciones reconocidas e interpretadas por Gonzalo ‘El Cocha’ Molina. Cada módulo o canción cuenta con tres ejercicios y siete prácticas para aprender a tocar el instrumento. Además, está avalado por el Ministerio de Educación.
Los módulos y canciones son evaluados por el mismo ‘Cocha’ Molina y docentes capacitados como los maestros Juan Figueroa y Nevas Durán.
Una de las ventajas de este curso, además de la virtualidad, es que no es necesario contar con un acordeón para aplicar al mismo, gracias a la tecnología e innovación de esta plataforma que cuenta con un simulador de acordeón, el cual puede ser interpretado con el teclado del computador.
“Como van las cosas, vamos a tener unos reyes vallenatos, se los aseguro, porque yo nunca pensé que fuera tan rápido el aprendizaje con esta plataforma”, enfatizó ‘Cocha’ en diálogo con EL PILÓN.
Juan David Llinás, niño de Pivijay (Magdalena), es uno de los beneficiarios de una de las cinco becas otorgadas a la Fundación L’amar de este municipio, del convenio entre la Fundación Finsocial y la plataforma de educación virtual.
Juan David tuvo un emotivo encuentro, junto a seis estudiantes más, donde tuvo la oportunidad de conocer al maestro y compartir un gran momento de aprendizaje.
Molina, junto a la directora de Huellas del Maestro, Julieth Peraza, la directora de Comunicaciones de la Fundación Finsocial, Laura Valle y la directora de la Fundación beneficiaria, Margarita Olivo, realizaron un recorrido por las calles de Valledupar, en una chiva, donde los niños y el maestro Molina, amenizaron el momento con las melodías del acordeón, interpretado por cada uno de ellos.
“Comencé el mes antepasado, ha sido divertido y hemos aprendido canciones que yo no conocía, ha sido fácil. Me gusta mucho el acordeón, le pedí a mi papá que me inscribiera, me gustaría ser rey vallenato”, señaló Juan David.
PARA PRESERVAR EL VALLENATO
Huellas del Maestro nació a raíz de la necesidad de preservar el vallenato, incluido en la lista de la Unesco como patrimonio inmaterial, que requiere medidas urgentes de salvaguardia.
Ante esto, el maestro del acordeón Cocha Molina decidió crear una plataforma de educación virtual para que niños, jóvenes y adultos aprendan a tocar el acordeón de forma virtual y sin la necesidad de contar con un acordeón, gracias a la tecnología e innovación de esta plataforma que cuenta con un simulador de acordeón, el cual puede ser interpretado con el teclado del computador.
El proyecto fue apoyado por la Fundación Finsocial, una organización que trabaja para brindar herramientas de desarrollo integral en personas que quieran transformar sus vidas.
La plataforma desarrolla una metodología de enseñanza retro-práctica, que permite que las personas aprendan de manera más rápida y confiable, ya que divide la música en fragmentos pequeños que se practican intensamente en orden inverso; comenzando por el último y luego se van agregando trozos anteriores hasta el inicio de la fase.
“Cuando un estudiante practica en el orden tradicional, casi siempre tiene inconvenientes de fluidez porque al avanzar con el siguiente trozo, se frena por la inseguridad de lo nuevo que está tratando de agregar. En cambio, con el método retro práctico, el estudiante aprende primero lo que está después, para que luego lo ejecute con facilidad y no se frene”, explicó Cocha.
En la actualidad, Huellas del Maestro cuenta con unos 887 estudiantes -de convenios con SENA, fundaciones y particulares- los cuales aprenden desde diferentes ciudades de Colombia y el mundo como Orlando y Tampa (Estados Unidos), Shangai (China) y Guadalajara (México), además de Bogotá, Boyacá y Santander, en Colombia.
POR JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ VEGA / EL PILÓN