Por: Nuris Pardo Conrado
Muchos Vallenatos de a pie, estamos impresionados por la designación del señor alcalde de Valledupar doctor Socarras Reales, como el mejor alcalde del país según la encuestadora Cifras y Conceptos, por qué amen de lo que está por hacerse, es muy poco o casi nada lo que hay para mostrar y si las cosas se miden por los resultados, la administración actual ha sido un fiasco, porque todo se ha quedado en palabras y solo palabras, retorica florida bien manejada que hasta la fecha, no se ha concretado en acciones puntuales cambiantes de la realidad triste que se vive en gran parte de esta ciudad. Es poco lo que se ha hecho para merecer tan rimbombante calificativo que más parece una pesada broma para el día de los inocentes. Veamos por qué: en lo que tiene que ver con la seguridad los delitos de alto impacto sobrepasaron hace mucho rato la capacidad de las autoridades locales para afrontarlos, en lo que va corrido del año, aquí la vida, los bienes y la honra no valen nada, el homicidio en Valledupar está cerca de las cien víctimas, el atraco, las lesiones personales, la violencia intrafamiliar, los delitos sexuales, etc., etc., han generado una percepción de inseguridad reinante en nuestro municipio, al punto que ni en nuestros propios aposentos nos sentimos seguros ya que se conocen de varios casos donde los delincuentes entran a las moradas a cometer sus fechorías.
En lo que tiene que ver con la movilidad el caos es total, peatones, motos y vehículos apuestan peligrosamente por ganarse un espacio en las angostas calles de la ciudad. El espacio público es de nadie y no tiene quien lo defienda, cada quien hace con él lo que le da la gana sin que haya una autoridad legítima que imponga el orden en este tema. Gran parte de la malla vial se encuentra deteriorada, sin que la administración haga algo para solucionar mínimamente la cantidad de huecos y baches que se encuentran por doquier. El dengue tiene azotado al municipio sin que haya una política pública clara para afrontar la posibilidad de una epidemia que ya ha cobrado vidas en Valledupar, amén de la mortalidad de mujeres gestantes y lactantes, de niños y ancianos que ubican a esta ciudad en un penoso lugar a nivel nacional, el hospital Eduardo Arredondo Daza amenaza paro por un posible irrespeto a derechos laborales, con las consecuencias nefasta que ello traería para la población vulnerable del municipio.
La educación hace cola en esta serie de desatenciones, quedespués de haber ocupado puestos relevantes a nivel nacional en las pruebas del saber e icfes, hoy deja mucho que desear y los estudiantes se gradúan con grandes deficiencias en muchas áreas y la deserción escolar está a la orden del día. En el tema de los servicios públicos domiciliarios,el ejecutivo no cumple con su responsabilidad constitucional y legal, a diario se escuchan las quejas de los usuarios por los constantes abusos de que son víctimas por parte de los prestadores de estos servicios, la estratificación se encuentra a la topa tolondra, toda vez que el comité se ha reunido en tres ocasiones y no han podido sesionar ya que el administrador municipal ha sido inferior a su responsabilidad respecto a la expedición del acto administrativo que reconozca legalmente al comité para que puedan cumplir con sus funciones y los ciudadanos frente a este tema se encuentra al libre albedrio y antojo de los operadores de dichos servicios y como van las cosas terminaran los miembros del comité su vigencia sin cumplir los objetivos para lo cual fueron elegidos.
Lo que tiene el burgomaestre para mostrar todavía no se ha materializado, y si con los innumerables problemas que hoy aquejan a la ciudadanía vallenata se llega a tan honrosa designación, que pasará en aquellos municipios que ni siquiera calificaron para tan digna distinción.