Basados en la figura de extensión de la jurisprudencia del Consejo de Estado, el abogado y político Evelio Daza, y la poeta Graciela María Araújo, elevaron un derecho de petición al alcalde de Valledupar, Mello Castro González, con el propósito de que el municipio adopte las medidas necesarias para recuperar el control del Festival de la Leyenda Vallenata y así operar la organización, planeación y ejecución del evento folclórico con el Consejo Municipal de la Cultura, dándole prioridad a los creadores, intérpretes, gestores culturales y receptores de la música vallenata.
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De acuerdo con la pretensión, lo que se busca con la sentencia de unificación jurisprudencial de la Sala Plena del Consejo de Estado, es similar al Carnaval de Barranquilla, en la cual de manera perentoria confirma que una fundación privada no puede ser la operadora de un evento, sino que debe ser organizado por la administración del Distrito. Con la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata puede darse el mismo caso.
En este sentido, el alcalde de Valledupar no tendría otra alternativa jurídica distinta a cumplir con dicha sentencia.
En apartes del derecho de petición, los accionantes señalan que la operación del Festival de la Leyenda Vallenata ha estado a cargo de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, FFLV, de manera autónoma, sin injerencia de la administración municipal, del departamento del Cesar, ni por los actores y gestores culturales de la música vallenata.
“Las familias Maya y Molina Araújo, desde la constitución de la FFLV son quienes han venido usufructuando, manipulando, dirigiendo, conduciendo y explotando económicamente a su arbitrario y caprichoso antojo no solo el ente privado, sino el Festival de la Leyenda Vallenata. Sus abundantes ganancias convirtieron en un ‘negoción’ económico familiar; en pocas palabras: el Festival de la Leyenda Vallenata se convirtió a lo largo de más 21 años en una fiesta excluyente, bajo el apetito económico insaciable de unos pocos”, se lee en el documento.
Añade: “La nación, el municipio y el departamento del Cesar han hecho aportes estatales para el cabal desarrollo del Festival de la Leyenda Vallenata que se realiza cada año en Valledupar. Jamás se ha conocido la forma cómo se han utilizado esos recursos, su inversión y manejo. Tampoco se ha sabido de investigaciones o gestiones fiscales sobre el particular”.
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Explica que existe una directa similitud entre el caso del Festival de la Leyenda Vallenata y el Carnaval de Barranquilla, porque ambos eventos fueron declarados patrimonio cultural de la nación y manifestaciones culturales inmateriales.
En el caso del Carnaval de Barranquilla se creó una sociedad de economía mixta de naturaleza anónima, con participación accionaria, mayoritariamente estatal, pero también inversores privados; luego se disminuyó el capital social estatal. Sucesivamente se creó la Fundación Carnaval de Barranquilla, con asociados estatales y particulares para el manejo operativo del carnaval.
Los accionantes de dicho derecho de petición añaden que se ordene de inmediato el cese inmediato de todas las actividades programadas por la entidad privada FFLV que tengan que ver con el manejo y operación del Festival de la Leyenda Vallenata y que se aproveche la pandemia que no permite eventos masivos para reorganizar, planear, operar directa o indirectamente por la entidad que se cree, o designe como operador, la administración, control, manejo, usufructo del Festival.
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“SERÁ RESPONDIDO COMO TODO DERECHO DE PETICIÓN”: MUNICIPIO
La Alcaldía de Valledupar frente a esta solicitud indicó que será respondida como todo derecho de petición en el país, conforme a la Constitución Política. “Se recibe, se recepciona y se envía a la oficina competente y durante los 15 o 30 días se dan los resultados; en este caso la repuesta estaría en manos de la Oficina Jurídica y de la Oficina de Cultura“, explicó el secretario General de la Alcaldía, Andrés Felipe Maestre.
POR REDACCIÓN EL PILÓN.