En la mañana de este martes, grupos pertenecientes a comunidades indígenas se apostaron en la vía que comunica el corregimiento de Minas de Iracal con el municipio de Pueblo Bello, con el objetivo de demandar la intervención de las autoridades gubernamentales en relación a una institución educativa que, según afirman, no cumple con las condiciones adecuadas para llevar a cabo las clases.
Los manifestantes explicaron que la interrupción de la vía fue una medida de protesta en respuesta a la falta de acción por parte de las entidades departamentales ante una problemática que enfrenta uno de los planteles educativos. Reportan que meses atrás se produjo un incendio en las instalaciones de la institución, lo que afectó seriamente su estructura y provocó la pérdida de diversos materiales esenciales para el desarrollo de las clases en el recinto.
Uno de los líderes de la protesta comunicó: “Hoy estamos llevando a cabo este paro debido a que el año pasado las instalaciones de la escuela se quemaron, quedando sin suministro eléctrico, ventilación y todos los recursos necesarios para que los estudiantes puedan recibir una educación digna”.
Además, señaló que la situación ya había sido comunicada en reiteradas ocasiones a la Personería municipal y a la Gobernación del Cesar, sin embargo, no obtuvieron respuesta por parte de estas instituciones. “Hace seis meses advertimos sobre la posibilidad de bloquear la vía, pero no nos escucharon. Estamos aquí y permaneceremos hasta que el alcalde o algún representante de la Secretaría de Gobierno se presente para brindarnos una solución”, agregó el líder de la manifestación.
Los conductores que transitaban por la vía se vieron obligados a buscar rutas alternativas, mientras que otros se vieron forzados a esperar hasta que la comunidad indígena levantara el bloqueo.
Hasta el momento del cierre de esta edición, no se había emitido un pronunciamiento oficial por parte de las entidades departamentales ni municipales, lo que mantuvo la interrupción de la vía por parte de la comunidad indígena.
POR YUSTIN VARELA