La democracia es el soporte vital del desarrollo de las sociedades. Sin esa columna vertebral –puesta en marcha de manera diáfana y libre- no se podrá superar el desasosiego de la gente que reclama participación y sobre todo inclusión en esos espacios institucionales que el Estado ha creado como forma de organización política, pero, ¿pasa esto aquí en el Cesar?
Los gobernantes elegidos por los ciudadanos deben -de acuerdo con nuestra Constitución Política- mantener esa preeminencia para contratar obras civiles y a sus colaboradores, por encima de prebendas politiqueras y señalamientos a “dedo” de sus patrocinadores o mal llamados aliados políticos, como suele suceder, ¿pasa esto aquí en el Cesar?
Estas consideraciones –insisto- deberían estar consignadas en un decálogo reglamentario para que más tarde, cuando el funcionario culmine su mandato, se le pueda medir, tanto cuantitativa como cualitativamente, ¿está el lector de acuerdo?
¿Qué dice el Gobernador del Cesar al respecto? Hace unos días, mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan hablaron con el Gobernador Francisco Ovalle Angarita, en su despacho, buscando soluciones a esos interrogantes. La semana anterior fue publicada la primera parte de esta columna de opinión, hoy se publica la segunda parte.
Inicialmente el Gobernador festejó la puesta en marcha del Presidente Santos de atajar y cerrarle el paso a los corruptos. También celebró el llamamiento que le hizo Santos al Procurador, al Contralor y al Fiscal para combatir el “miti miti”, el soborno, la compra venta de los contratos y la incidencia de los “caciques” políticos en la contratación por órdenes de prestación de servicios (OPS). Ante esto Ovalle Angarita dijo: “hay que contrarrestar los niveles de corrupción que hoy existen en el país”.
Aseguró que su gobierno departamental trabaja con transparencia, en todos los procesos contractuales y pide acompañamiento de la Procuraduría y la Contraloría para que “hagan los controles previos frente a cada uno de los procesos contractuales que estamos desarrollando con la ejecución de las diferentes obras de infraestructura y programas que se ejecutan con recursos del sistema general de regalías”.
Y expresó que “hemos venido generando públicamente a la gente que nuestras actuaciones son transparentes, limpias, diáfanas, en cada obra, para que de esta manera tengamos cero corrupción dentro de todos los niveles de la administración departamental.”
El Gobernador Francisco Ovalle, también, en el tema de blindar la democracia con la paz, dijo que su gobierno está acompañando el paso de reinserción de las Farc a la vida civil y el proceso de paz. “Brindamos todo el respaldo al proceso. Igualmente el Gobierno Nacional se ha comprometido en llegar con inversiones de infraestructura e inversión social en las zonas en donde hubo impactos de violencia como la Sierra Nevada, Serranía del Perijá”, precisó.
Pero esquematiza su apoyo condicional pidiendo reciprocidad del Gobierno Nacional con recursos de cooperación internacional para obras de infraestructura, para mejorar las condiciones y calidad de vida de los habitantes que fueron golpeados por la violencia durante más de 50 años en el Cesar.
Para finalizar, y aunque a mis consejeros periodísticos les abruma sobremanera los anuncios de los gobernantes, esta vez pidieron escribir estas tres aseveraciones que les hizo el Gobernador Francisco Ovalle:
“Vamos a construir un nuevo hospital en Manaure, vamos a hacer la ampliación del área de urgencia del Hospital Rosario Pumarejo de López y vamos a pasar de siete camas a 30 camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)”. Ojalá así sea. Hasta la próxima semana.
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