Ante las diversas opiniones sobre el acuerdo suscrito en suelo cubano entre el gobierno colombiano y las guerrilla de las Farc-EP, no tenemos alternativa distinta que leerlos punto por punto para votar Sí o No, incluso abstenernos pero con elementos serios, no tomando irresponsablemente las consideraciones de Uribe ó las de Roy Barrera; nuestro compromiso con el país y nosotros mismos es leer cada uno de los seis puntos que conforman los extensos renglones producto de todos estos años de debates entre gobierno e insurgencia.
Durante estas semanas me tomaré el atrevimiento de exponer mi punto de vista sobre cada punto del acuerdo, iniciando en el día de hoy por el denominado “Reforma Rural Integral”; este punto podría considerarse como la solución al problema de tierras en el país, siendo este la causa de tantas desigualdades y el conflicto que provocó el surgimiento de grupos armados que anhelaban tomarse el poder en forma violenta. Este punto cuenta con muchas iniciativas interesantes que podrían convertirse en el comienzo para acabar con tantos problemas no solo en el campo sino en la ciudad; si estos acuerdos se implementan exitosamente se gestaría una verdadera revolución desde el campo hacia la ciudad; la asistencia técnica a los pequeños productores, la creación de un sistema de salud rural, mejoramiento en el sistema educativo atendiendo las necesidades del campo estableciendo condiciones específicas para la educación rural, conectividad rural para llevar a las zonas rurales conexión a internet como lo exige el mundo de hoy como elemento de interacción y educación, vivienda rural que permita la construcción de vivienda digna en el campo y no saturar las urbes con planes de vivienda carentes de planeación como los actuales que lo único que están estimulando es la proliferación de bandas y conflictos en las comunidades donde están ubicadas.
En ninguna parte de estos acuerdos se menciona una campaña de expropiación por parte del Estado para concederles extensiones de tierras a los miembros de la guerrilla, por el contrario, se proponen programas de adjudicación previa creación de Fondo de Tierras con los cuales se puede beneficiar cualquier campesino colombiano que desee vincularse a un esquema productivo, votar No por el acuerdo es cerrarle el paso a esta posibilidad; naturalmente y es lo que los radicales opositores del acuerdo utilizan como discurso macabro para sustentar sus teorías de expropiación masiva, que el fondo de tierra debe ser alimentado o creado de alguna forma y allí se establecen aspectos específicos mediante los cuales se logrará la creación de tal fondo y lo puede leer claramente en el inicio del punto de la Reforma Rural Integral, para ser más explícito punto 1.1.1 y establece las siguientes: tierras provenientes de la extinción judicial de dominio, tierras recuperadas a favor de la Nación, estos son baldíos indebidamente ocupados, tierras provenientes de la actualización de la reserva forestal, tierras inexplotadas, tierras expropiadas por motivos de interés social y tierras donadas. Pero además incluye este punto una condición para mantener la tierra otorgada a beneficiarios, es que deben procurar hacerla productiva so pena de ser reclamada por el Estado para retornar al Fondo de Tierras y adjudicarla a otros solicitantes.
Estos elementos básicos componen el primer punto del acuerdo, pero lo ideal es que usted lo lea, usted forme sus propias conclusiones, no deje que otros le cuenten el contenido de este documento histórico; en mi próxima columna escribiré sobre los elementos más importantes del segundo punto bautizado como “Participación en Política”.