Desde hace algunos años viene la eterna discusión, tanto para consumidores como para emprendedores, de cuál es el mejor canal para acceder a productos y servicios; ¿de manera virtual? ¿O física?… ¿Serán mundos paralelos en los que debemos debatirnos por decidir en cual vivir? En este corto texto quiero intentar que vayamos juntos por un camino que nos permita, al final, tomar una decisión, la cual tiene que funcionar para ambas partes, tanto consumidores como vendedores, porque lo que sí está claro, es que lo mejor para uno tiene que ser lo mejor para el otro.
Existen diferentes variables que te pueden mover para decidir comprar un producto, pero me voy a concentrar en las que yo considero, son las tres más importantes: costo final (dinero), accesibilidad (facilidad, tiempo, etc.) e información (datos del producto). Ahora sí estamos listos para irnos de compras.
Para nuestro caso, y motivado por el incremento en la lectura en la región, usemos como ejemplo la compra de un libro cuyo precio sea de 50.000. Digamos que vamos a la librería física en transporte público que nos cuesta unos 2.000 pesos, pero al llegar no tenían el libro que estamos buscando, ahora debemos ir a otra, paguemos de nuevo 2.000 pesos, hasta que por fin lo encontramos y regresamos al a casa pagando otros 2.000 pesos, para un total gastado de 56.000. Ahora analizando la accesibilidad del producto, vemos que en el primer intento no lo conseguimos, menos mal se logró en el segundo, pero creo que nos tomó más tiempo de lo esperado. Al final quedamos contentos porque era el libro que buscábamos, no hubo error en la escogencia, lo tuvimos en nuestras manos antes de ir a pagarlo.
Ahora intentemos comprar el mismo libro de manera online. Son las 8:00 de la noche, estoy en el cuarto viendo televisión, y mientras tanto abro el computador porque durante todo el día estuve trabajando y no pude ir a la librería. Ingreso a la página, escojo el libro que busco, y de hecho hay cientos de miles de opciones más, y pago los 50.000 más un envío de 6.000, para un total de 56.000. Me tomó entre 2 y 3 minutos conseguir el libro y comprarlo, pero aún no lo tengo en mis manos, debo esperar que me llegue.
En la primera variable, costo final, en ambos casos pagamos lo mismo, aunque la librería física nos costó más tiempo (un dinero que no se percibe fácilmente). En cuanto a accesibilidad, en la librería física corrimos el riesgo de no encontrarlo en la primera búsqueda, y gastamos bastante tiempo, pero tuve el libro en mis manos al final; mientras que online fue más rápido el proceso de compra y pude tener acceso a muchas más opciones. En la última variable, información, el riesgo de equivocación es 0 en la librería física, pues antes de pagarlo pude confirmar que era el libro que buscaba, online debo esperar que me llegue.
En conclusión, si queremos algo a menor costo, online es la opción, incluso muchas veces se consiguen más productos en promoción; si lo que buscamos es tener acceso inmediato al bien, la tienda física es la opción, pero si lo que nos interesa en ese momento es poder ir a la fija (y conseguir el producto) online encontraremos más opciones porque no tenemos la limitante del espacio físico.
Al comprar un producto, es la situación del momento la que definirá cuál canal de compra te conviene más, y si eres un emprendedor o empresario, poder brindar ambas alternativas (omnicanalidad) hará que los clientes te prefieran sobre aquellos que tienen exclusivamente uno de los dos canales. Email: daza_jj@hotmail.com Twitter: @juanjodaza
Por Juan José Daza