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Entre compadres del vallenato

Las variantes de los cuatro aires que se dan por sobre entendidas pero no se cuentan. Siempre se dice que los cuatro aires son: paseo, son, merengue y puya, pero resulta que en su proceso de configuración a través del tiempo, los aires se fueron dividiendo, cuyas divisiones son conocidas por los vallenatofilos de todo el país. Sin embargo, mucha gente de la nueva generación y de otra parte confunden el paseo rápido con el merengue y el merengue con la puya, les cuesta trabajo hacer las diferencias de dichos aires especialmente el paseo es el que mayor variantes presenta si se toma el paseo lento como el modelo original, luego viene el llamado paseo alegre o paseo medio rápido y el paseo rápido.

Estas variantes están plenamente definidas, establecidas y reconocidas sobre todo porque hay paseos lentos que si se tocan rápido pierden su gracia, o viceversa. Hay paseos rápidos que si se tocan lentos también se desconfiguran, estas tres formas de interpretar el paseo son tradicionales igual que el paseo en tono menor, la variante más reciente data de medio siglo de existencia, tiempo suficiente como para hablar de transición tradicional, me refiero al paseo romántico, lo describo así un tanto complaciente para evitar herir a las personas que se oponen, las cuales sin saber ¿por qué? y con argumentos ambiguos, rechazan a que se le llame: “romanza vallenata” ¡Qué horror!

Según estas personas ponerle nombre a la variante del paseo lirico inventada por Gustavo Gutiérrez Cabello, el problema es que tenemos que seguir colocándole nombres a las nuevas incursiones de la nueva generación que no están componiendo vallenato, si no proponiendo cosas nuevas, porque guste o no guste, pésima o aceptable, existen unas variantes urbanas que cualquier sociólogo al hacer un estudio sobre nuestra música tendrá que investigar obligatoriamente a la “nueva ola del vallenato” que ya empezó a ser “madura ola”, algunos desconocen la existencia del paseo son. Pero, ahí está, igual la puya merengue. Y hay que mencionar las fusiones que son las que ponen en riesgo a nuestra música, están: “el balanato”, “el pasaje vallenato”, “el cumbión ranchero vallenato”, “el chandé vallenato”, “el cumbión vallenato” y más.

El merengue ha presentado su variante en el merengue en tono menor; gente atrevida musicalmente como Mateo Torres y ‘Pipe’ Peláez se le han medido. Y existe la variante genial inventada por el mejor compositor vallenato, Emiliano Zuleta Vaquero, “el merengue en decima”, lo que él llamó verso de diez palabras. El son todavía sigue siendo lacrimoso, llorón, lastimero y de lamento. La variante seria: “Son alegre”. La puya ya dijimos que existe la puya merengue.

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Rosendo Romero Ospino: