El pasado sábado nuestro editorial fue sobre cómo ve Europa el avance del proceso de paz en Colombia. Hoy nos detendremos en Estados Unidos, a partir también de una entrevista a Antony Blinken, el secretario de Estado (El Tiempo, 22 octubre), zar de las relaciones exteriores de la potencia, que la semana pasada nos visitó para hablar con el Gobierno nacional sobre paz, narcotráfico y migración, y reunirse con cancilleres de países vecinos.
La pregunta fue: ¿Su gobierno está satisfecho con la velocidad con que se está implementando el acuerdo de paz? “Déjeme retroceder un poco y decir esto. Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo un socio en el acuerdo de paz. (…) Hacer la paz es muy difícil.
Pero a veces implementarla puede ser aún más difícil porque suceden dos cosas. Uno, es un trabajo duro y, a veces, frustrante y, a veces, lleva más tiempo del que cabría esperar.
Al mismo tiempo, cuanto más te alejas de lo que sucedió antes de la paz, más fácil es olvidar cómo era la vida antes de la paz.
Entonces, tiendes a concentrarte en la frustración y pierdes algo de la intensidad necesaria para continuar implementando cosas (…) En segundo lugar, hay logros muy significativos, que incluyen la desmovilización de tantas personas; la participación política de muchas más personas; esfuerzos reales para que se rindan cuentas por las atrocidades cometidas, incluidas las cometidas por agentes del Estado; la Comisión de la Verdad, que pronto publicará su informe; el trabajo que estamos haciendo para encontrar personas desaparecidas y atenderlas. Todo eso es real”.
Blinken detalla y habla sobre los dos aspectos más cruciales en la implementación del proceso de paz, además de la seguridad de los exguerrilleros, reincorporados, la presencia en territorios tradicionalmente dominados por la guerrilla, no solo del Estado militar sino del desarrollo económico y social.
“Al mismo tiempo creo que donde las cosas han sido desafiantes en particular, por supuesto, es en la presencia del Estado en las áreas rurales y no solo la presencia de seguridad, eso es importante, sino la presencia de todos los diferentes aspectos del Estado que realmente ayuden a las personas.
Y, por supuesto, la creación de mayores oportunidades económicas en las zonas rurales porque, en última instancia, eso es lo que hace que la paz sea sostenible y les dé a las personas un futuro que saben que puede ayudar a sostener a sus familias y construir una vida mejor”.
Reitera que el trabajo de su país con Colombia en la implementación del proceso es de todos los días.
“En mis conversaciones con el presidente Iván Duque encontré un compromiso real de seguir adelante con esos aspectos del acuerdo de paz. Trabajamos todos los días, el Gobierno de Estados Unidos, para apoyar ese esfuerzo”.
Como si quedara duda, Blinken lo recuerda, y lo repetimos: “Cuanto más te alejas de lo que sucedió antes de la paz más fácil es olvidar cómo era la vida antes de la paz”. Siete años atrás en nuestra región, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos de Uribe y Santos contra los rebeldes, persistían las amenazas y los atentados.