El inicio de un nuevo año, es un regalo de Dios para nuestra vida, marca el principio de una nueva temporada, cargada de retos, esperanzas, ilusiones y sueños por cumplir.
Es importante tener claro que el nuevo año no trae una nueva vida, si no se cambia de mentalidad, mucho menos trae consigo un manual, ni palabras mágicas para librarnos de malas experiencias, las cuales se viven, sabiendo que algunas pueden superarse, y otras no, este será el majestuoso inicio de nuevas oportunidades.
Uno de los primeros pasos es tomar acciones de acuerdo a tu realidad, y ese es el inicio, confrontar y aceptar la realidad, de manera individual, debido a que cada persona a lo largo de su vida estará rodeada de buenos y malos momentos.
Si está a punto casarse, graduarse, iniciar la universidad, crecer espiritualmente, prepararse más académicamente, alcanzar su talla ideal, mejorar su apariencia física, cambiar o encontrar un mejor empleo, lograr mayores ingresos, iniciar el colegio, reafirmar relaciones o si por el contrario necesita tomar decisiones que pongan fin a determinada situación que no suma, sino que resta a su hermosa existencia, es el momento de visualizarse en ese 2022 faltando cinco para las 12 y en cómo desea darle fin a este año; el ser determinado, enfocarse en las metas y lo qué harás para lograrlas, haciendo uso de las herramientas materiales, y humanas que tienes a disposición, sin duda marcará la diferencia.
Como segunda medida, no se puede vivir anclado en el pasado, el vivir aferrado en lo que fue y no pudo ser, esto es lo que no permite crecer y trascender. A muchos les resulta difícil dar gracias a Dios por el año que pasó, donde muchos sufrieron pérdidas financieras, amorosas, un accidente que les dejó secuelas que les limita a continuar como lo hacían antes, o la triste partida de un ser querido; sin embargo el deber es darle gracias por todo, pedir su dirección, descubriendo cuál es el plan que tiene preparado en todas las áreas de nuestra vida.
A diario se vivirán circunstancias que pondrán a prueba la valentía y el coraje que se lleva dentro, esas que no se pueden cambiar pero depende de cada uno, la entereza para hacerles frente, permitiendo salir de ese círculo que impide ver nuevos y mejores horizontes.
Un punto no menos importante es evaluar el proceso en pro de los objetivos propuestos y que se van logrando, realizando los cambios y ajustes siempre que sean necesarios. Estoy convencida que la magia y esperanza del nuevo año, ha de traernos además, un cambio de actitud en la manera como se puede influir positivamente en el entorno que nos rodea, la familia y la sociedad, siendo capaces de elaborar planes exitosos para nuestra vida y sobre todo no renunciar a las metas ya sean a mediano, corto o largo plazo; no olvidemos que ese cambio inicia desde nuestro interior, priorizando lo que es importante y lo importante siempre serás tú.
Por Julie Paola Palma Arazo