Hoy la competencia del Loperena es más dura: en otro tiempo no había tantos colegios, ni tantos privados. Al Loperena y a los demás colegios les toca competir no solamente con los públicos sino también con el sector privado. Pese a la proliferación de planteles educativos.
El Loperena está clasificado en la máxima categoría que tiene el Icfes. El promedio general es 315 puntos, tiene un promedio altísimo para ser un colegio público con 30 horas semanales y sin tener esa intensidad en inglés que exigen hoy los estándares internacionales.
Desde el punto de vista territorial es el primer puesto en el departamento del Cesar, en la costa Atlántica es el cuarto colegio público y a nivel nacional está entre los 25 mejores oficiales del país. ¿Cuántos estudiantes atienden el colegio Loperena, con qué presupuesto y es suficiente para atender la demanda? El rector nos suministró estas cifras: “Atendemos con la sede primaria, Santo Domingo y Roig Villalba, 3.440 estudiantes, en secundaria tenemos 1.760, de los cuales 900 son de la mañana y el resto es de la tarde, 860 estudiantes.
El presupuesto lo asigna la Nación, es por gratuidad escolar, este año lo disminuyeron en 35 millones de pesos”. ¿Cuánto le da el Gobierno al colegio por un alumno?: “Le da un promedio de $ 66.000 año, lo que equivale a $6.600 pesos mensuales por estudiante, eso es lo que nos manda el Gobierno, eso no es suficiente porque de eso hay que pagar el mantenimiento del colegio, pero le voy a explicar algo amigo periodista y es lo siguiente: de esos 232 millones que llegaron este año (…) de esa plata que nos mandan, el 32 % hay que devolvérselo al municipio, unos 65 millones de pesos.
Lo que le queda realmente al colegio son 170 millones para atender tres sedes, el seguro del colegio, porque es patrimonio, es de 12 millones de pesos que no debería comprar el colegio, lo debería comprar la Alcaldía”. Preguntamos al rector si el municipio o el departamento se metían la mano al bolsillo y es triste la respuesta del rector: “No nos ha dado ni un balón”, dice que es muy poco lo que ha recibido por material didáctico del gobierno local.