La mañana de ayer se reunió la Mesa Naranja en el auditorio ‘Guzmán Quintero’ del diario EL PILÓN, con el objetivo de evaluar cómo vamos con los proyectos que pretenden lograr declaratoria de Ciudad Creativa y ciudad con ADN (Área de Desarrollo Naranja) para Valledupar.
Importante recordar que de esta Mesa Naranja hacen parte aquellas entidades interesadas en que Valledupar transite con paso seguro hacia una nueva economía basada en la industria creativa, pues ya tiene la materia prima en esa reconocida ‘cultura vallenata’, principalmente musical, que ya en otras partes del mundo es de primer renglón y que contribuye al desarrollo de las ciudades.
Surgió la Mesa luego de nuestro foro de julio, con el Área Andina, hace un año, y el de ‘Valledupar, Ciudad Naranja’, a comienzos de este año con el apoyo de la Alcaldía Municipal.
En nuestra reunión de ayer nos preguntamos por la forma y el fondo del proyecto ADN pues en cuanto al proyecto ‘Ciudad Creativa’ este ya se encuentra radicado en París, Francia, tarea realizada por el alcalde Augusto Ramírez Uhía y su equipo de trabajo, acompañados de la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez.
Lo que debemos manifestar es que EL PILÓN y todos los integrantes de esta Mesa Naranja se suman al propósito del gobierno local y Mincultura de conseguir esta categoría ante la UNESCO. El propósito del gobierno Duque es que antes de que acabe el 2019 la capital del Cesar podría entrar a esta lista de ciudad creativa.
Fue este medio el que estableció en primicia por qué Valledupar, de manera justificada pero no desilusionante como inicialmente se presentó, no había entrado a la lista de cinco ciudades con ADN (Medellín, Bogotá, Manizales, Cali y Barranquilla), capitales que, incluso años atrás de lanzarse el programa por el nuevo presidente Duque, venían recuperando y promocionando zonas como nuevos distritos culturales y de emprendimiento. Es el caso de la capital de la República con el llamado Bronx, lugar de drogadicción y deterioro de la edificación y el espacio público .
El Gobierno dice que las ADN dependen de la gestión de los entes territoriales, de los alcaldes, de la formulación de proyectos aterrizados a la realidad, enfocados y bien hechos y de concertaciones con el sector privado que identifica donde hay una oportunidad de recuperación social y económica, como en el centro histórico que el alcalde ha identificado como nuestro primer ADN.