La competitividad es uno de los aspectos fundamentales en los que debe trabajar cada departamento para dinamizar su economía y ser competitivos en el mercado con los productos, bienes y servicios que producen. En ese sentido, el Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, Cesore, público el libro ‘Diversificación productiva para el post-carbón’, texto en el que comparte una serie de propuestas para el futuro productivo del Cesar cuando la actividad carbonífera pase a un segundo plano.
Uno de los apartados más llamativos del libro es el capítulo tres que tiene por nombre ‘Innovación y Competitividad en el departamento del Cesar’, en donde se abordan las principales problemáticas y potencialidades del departamento en materia de innovación, y cómo mejorar las áreas en donde hay mayores deficiencias.
De acuerdo con el libro, las principales debilidades del departamento son el bajo gasto privado y bruto, las escasas exportaciones de alta tecnología, la dificultad para obtener créditos, las pocas becas de maestrías y doctorados, y los pocos investigadores existentes que promuevan la innovación en el sector empresarial del territorio.
Asimismo, hace falta calidad y condiciones para las investigaciones en los campos productivos. De igual manera, la educación también presenta un bajo índice de calidad a la hora de la formación de profesionales y emprendedores que puedan contribuir al desarrollo del departamento.
“El Cesar tiene un bajo desempeño en la gestión y transparencia de sus recursos de regalías y una baja destinación para proyectos de CTI y competitividad, a pesar de que es el segundo departamento del país que más regalías recibe por la extracción de recursos no renovables”, puntualizó el texto.
En ese orden de ideas, los profesionales Juan Robledo, Juan García, Edwin Ramírez y Julián Mora, creadores de este capítulo, señalaron que solo el 10,1 % de todos los recursos de regalías se han destinado a proyectos de Ciencia, Tecnología e Innovación, CTI, y productividad.
Los sectores con mayor participación en dicha inversión son: transporte (31,6 %), vivienda (20, 4 %) y educación (10, 5 %), mientras que sectores de “importancia estratégica para el departamento presentan bajas participaciones” como lo es el CTI con (4,1 %), Agricultura (2,4 %), Comercio, Industria y Turismo, (0.7 %) y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, TIC, (0,1 %).
Los expertos precisaron que solo los municipios de Becerril, Bosconia, El Paso y La Paz han invertido en proyectos de Comercio, Industria y Turismo.
¿MÁS SECTORES PONTENCIALES ADEMÁS DEL CARBÓN?
De acuerdo con los profesionales, el Cesar tiene potencial en seis sectores agroindustriales, pero para explotarlos debe subsanar una serie de retos en referente a la subutilización, el mal uso de los suelos y el bajo rendimiento de los cultivos. La Agenda Departamental de Competitividad e Innovación, Adci, priorizó el cacao, el café, la caña panelera, la ganadería, los cereales y la piscicultura como apuestas productivas del departamento.
El (34,8 %) del suelo cesarense es agrícola, ganadero el (13,1 %), agroforestal (9.5 %) y forestal de producción (2,0 %). Sin embargo, el (53, 8 %) se usa para pastoreo, el (8, 9 %) para agricultura, el (0,1 %) en el desarrollo forestales de producción y el (30 %) presenta subutilización, por lo que se debe restructurar el uso del mismo para poder potencializar de manera adecuada y sostenible la agricultura.
Sobre el sector pecuario, el departamento del Cesar exhibe altos niveles de abigeato y demanda hídrica del hato ganadero. Por otro lado, el sector agrícola, en cuanto a hectáreas sembradas, los tres cultivos de mayor extensión son la palma de aceite (47,2 %), café (13,8 %) y maíz (10,3 %).
Los de mayor producción son la palma de aceite (40,9 %), la yuca (9,2 %) y el arroz riego (8,1 %). Sin embargo, el rendimiento de estos cultivos “es inferior a la media nacional, y a excepción del café, actualmente los cultivos disminuyeron su rendimiento respecto al producción del 2007”, según los expertos.
Por último, el sector turismo y las industrias culturales tienen un gran potencial de desarrollo, porque el departamento tiene destinos ecoturísticos apetecidos por los visitantes como lo es el Ecoparque Los Besotes, la Sierra Nevada de Santa Marta, la Ciénaga de Zapatosa, entre otros.
Respecto a los indicadores del sector turismo, el alojamiento y los servicios de comida emplean el 8,7 % de la población ocupada del Cesar, lo cual es superior a la media nacional en 1.3 puntos porcentuales y representó aproximadamente el 2,7 % del PIB departamental para el 2020. Sin embargo, la pandemia impactó de manera negativa en este sector porque generó decrecimientos de más del 70 % respecto a los pasajeros aéreos, y en las áreas aprobadas con destinación hotelera.
¿QUÉ HACER?
Para mejorar la competitividad e innovación en el Cesar, los expertos recomiendan optimar la capacidad de implementación de políticas y regulaciones. En especial, en el pacto Caribe del Plan Nacional de Desarrollo, PND, 2018-2022. Asimismo, el Pacto Funcional Cesar-La Guajira para mejorar la eficiencia y eficacia de la gestión institucional en torno al Sistema General de Regalías, SGR, y la gobernanza.
Por otro lado, destinar en la próxima década al menos el 5 % del presupuesto anual del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación, Fcti, para la formación de capital humano en actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación.
También, desarrollar una estrategia para aumentar la cobertura y el acceso a internet en el departamento por medio de alianzas público-privadas. Asimismo, implementar los 14 proyectos priorizados en la Agenda Departamental de Competitividad e Innovación, Adci, sobre economía naranja.
Finalmente, construir estrategias para el desarrollo del potencial cultural y turístico con el apoyo del gobierno departamental y de los municipios, entre otras recomendaciones para subsanar las deficiencias que tiene el departamento en los pilares innovación y competitividad.
El libro completo lo puede encontrar en https://cesore.com/
Namieh Baute Barrios / EL PILÓN