No es una batalla entre enemigos, ni con armas para acabar la vida de seres humanos, es una batalla de acordeón, caja y guacharaca, que busca llevar alegría, hermandad y armonía a miles de personas que se dan cita en Valledupar en la gran fiesta de este folclor: el Festival Vallenato.
Valledupar abrió sus puertas desde ayer a los concursantes de la versión 51 del Festival Vallenato, que en esta ocasión le rinde un merecido homenaje al cantante Carlos Vives.
Los concursos son el alma y la esencia de este Festival, son la cuna de los futuros músicos, el semillero donde germinan los grandes talentos, por eso resaltamos y exaltamos a cada uno de los concursantes que este año se inscribieron para competir por la corona de rey vallenato.
Este es un Festival singular, en el que aumentó el número de inscritos en cada concurso: 80 en acordeón Profesional, 77 en Aficionado, 41 en Juvenil, 56 en Infantil, 60 en el concurso de Piqueria Mayores, 14 en Piqueria Infantil: 14; 207 en Canción Inédita (Paseos, 128; Merengues, 47; Sones, 20, y 12 Puyas). Sumándole a ellos, 139 grupos de piloneras que bailarán unas horas antes de la gran inauguración del Festival Vallenato.
La competencia comenzó ayer con las categorías de Acordeonero Infantil y Juvenil, en los aires de merengue y paseo, la primera prueba de fuego de los concursantes ante el jurado calificador y el público asistente a estos dos escenarios. Ellos abrieron la fiesta de acordeón más grande del planeta y hoy se suman los otros concursantes para engalanar cada escenario donde compiten por una corona.
A los concursantes nuestro reconocimiento y estímulo para seguir divulgando la música vallenata, que cada día hace más grande este folclor, que ya no solo es de Valledupar, sino de toda Colombia y el mundo entero.
Con esta dinámica que se observa este año, queda confirmado que el Vallenato está más vigente que nunca, que la crisis que se ha atravesado es una transición cultural entre una generación y otra, pero que tienen el mismo propósito: divulgar el folclor vallenato. Ese es el punto de unión, el que no debe perderse, para hacer cada día más grande a este folclor.