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Comenzó la campaña de odios

El foro realizado por Vicky Dávila en la W, la semana pasada con seis de los treinta aspirantes a la presidencia de la República, es una muestra de cuál sería el tema del próximo debate electoral: la vindicta pública, el reproche, la acusación recíproca, en fin, el pasado. Estoy seguro de que la mayoría de estos candidatos perderán la oportunidad de plantear las posibles soluciones a los graves problemas que padece el país, preocupados más por abrir que por sanar heridas. Parece que estuviéramos involucionando dialécticamente, cayendo en un campo ideológico y religioso medioeval.

En esta primera tanda estuvieron Iván Duque, Martha Lucía Ramírez y Juan Carlos Pinzón en representación del statu quo; Claudia López y Humberto de la Calle por el mal llamado centro, y Gustavo Petro que encarna a un gran sector de los movimientos alternativos. Aquí no hubo chance para las propuestas, el escenario se convirtió en un teatro de artes marciales. ¡Qué desperdicio! Sé que todos los invitados tendrían solvencia académica para debatir, creo que conocen los problemas del país y todos han estado vinculados a alguna función del Estado, y de una u otra manera son corresponsables de lo que aquí sucede. Pero en el foro se impusieron el odio, la mirada retroactiva y los señalamientos, el ataque y la defensa. Claro, el foro estaba preparado para eso, muchos periodistas estimulan la escorrentía de la sangre y tengo la impresión de que Vicky fomenta el amarillismo mediático.

Quién lo creyera, de la parte blanda del CD surgieron los peores calificativos; el senador Iván Duque, un hombre inteligente y preparado pero alterado emocionalmente por los vientos ardientes que circulan en su partido, cambió sus esperadas propuestas por la diatriba; el blanco fue GP, a quien retrotrajo desde sus épocas del M-19 hasta la alcaldía de Bogotá. ¡Delenda Cartago est! Aquí no se vino a debatir propuestas sino a refritar la historia. Parece que la consigna es acabar con GP de quien se dice es castrochavista, claro, GP encabeza las encuestas de opinión y hay muchos intereses turbios por defender, por eso, en cada foro habrá, al menos un Catón con capacidad de fuego verbal.

Un foro, por definición, consiste en abordar temas de interés común, y en este caso, el mejor gira alrededor de cómo podríamos salir del marasmo económico y social en que se encuentra el país, máxime cuando estamos saliendo de una guerra prolongada y entramos al posconflicto. Pero aquí no hubo foro, el interés común no tuvo la oportunidad, el objetivo era crear un espacio para el fuego cruzado para que los candidatos se sacaran los trapitos al aire, vergüenzas que ya conocemos de muchos de ellos; ese fue el formato del mal llamado foro. El afán de la moderadora y de los adversarios de Petro era hacerle una encerrona a este en las oscuras aguas de la tormenta venezolana; a GP lo quieren retratar con una boina roja, que a él no le gusta, en las marchas “maduristas”. Esta es una obsesión enfermiza de quiénes no rechazaron los paros de las AUC que paralizaron gran parte de Colombia, de quiénes hicieron mutis por los falsos positivos y las chuzadas; de los que no se dieron cuenta cuando a este país lo pusieron a depender de las aleatorias riquezas del subsuelo y de la renta fósil y financiera, y no de la economía productiva.

Este encuentro fue una muestra de los que vienen, que supongo serán varios. No deberíamos encender la hoguera ni abrir espacios para banalizar actitudes ni para contaminar, este país está enfermo, la sociedad está en cuidados intensivos; no hay que ponerle más atajos a la paz desenterrando los muertos de unos y de otros para mantener el odio. Lo sensato es que la W ofrezca unos foros académicos para ir conociendo las propuestas de los aspirantes; tenemos que concentrarnos en el futuro.

nadarpe@gmail.com

Por Luis Napoleón de Armas P.

 

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