Por: Basilio Padilla
En los días antes de los juegos olímpicos “Londres 2012”, la mayoría de los comentarios que nuestros medios publicaban, algunos con los comentarios de los deportistas participantes, era cuantas medallas de oro íbamos a obtener. Especialmente nuestro equipo de futbol femenino, ya tenían el oro seguro. A la larga no obtendremos mucho en Londres por las muchas razones que han sido constantes en la historia deportiva de nuestro país. Soñamos mucho, pero cuando la realidad nos llega todos quedamos decepcionados hasta los próximos eventos.
No es posible obtener mucho con el nivel de organización que existe en nuestro medio para el entrenamiento de nuestros deportistas. Las razones son múltiples. En primer lugar, no contamos con las facilidades para dicho entrenamiento. Carecemos de entrenadores capacitados en las distintas ramas del deporte; presupuestos que son inferiores a las necesidades de esta actividad; muchos de los deportistas tienen obligaciones familiares que asumir. En otros países, las universidades constantemente buscan a los niños y niñas que muestran alguna actitud deportiva, les dan becas y al mismo tiempo los someten a los entrenamientos adecuados.
Al mismo tiempo, estos jóvenes representan a las distintas entidades educativas, compitiendo y entrenándose en todo el país. Muchos de ellos se destacan tanto, que renuncian a los estudios universitarios para ingresar a las ligas profesionales, especialmente en el campo de baloncesto, donde la mayoría fueron jóvenes humildes que han visto su proyecto de vida en el deporte, es decir, el medio reconoce el talento y le facilita todos los elementos necesarios para que se convierta en un gran atleta y deportista.
En lo que se refiere al futbol, nuestros jóvenes practican en las polvorientas canchas de las ciudades, pueblos y barrios. En muchas ocasiones no tienen ni para comprar un balón. La situación es aun más grave cuando en los colegios y universidades se les da poca importancia a los deportes, agregado a esto los deficientes presupuestos que tienen los departamentos y municipalidades. El sueño de aquellos que logran salir adelante es poder irse a otros países, donde la actividad deportiva es mejor remunerada. Existen organizaciones, por supuesto, pero en estas organizaciones también prima lo que vemos en el resto de nuestras instituciones: no solamente están totalmente politizadas, sino que también sus administradores y ejecutivos son escogidos por influencia y color político, lo cual eventualmente conduce a la corrupción.
Como siempre los dineros que son presupuestados desaparecen con los jugosos contratos. ¿Entonces que hacer para que nuestros deportistas nos representen bien y comiencen a traer esas medallas a las costas colombianas? Comencemos con la educación temprana y el reconocimiento de los talentos naturales que aparezcan. Esto implica también educación a los padres para obtener el apoyo y la promoción de sus hijos. Quizás, segundo en importancia es la dotación física para la práctica y el entrenamiento de los jóvenes. Imprimir buenos principios de disciplina y respeto; conseguir buenos entrenadores en los distintos deportes, sea de donde sean sus orígenes. Un aspecto importante de todo esto son los presupuestos que se le asignen a las entidades deportivas y el buen manejo que se les pueda dar. Es importante el entrenamiento intercolegial en las distintas ramas deportivas para las competencias internacionales como las olimpiadas que actualmente se realizan en Inglaterra, es decir no podemos concentrarnos en un solo deporte, sino también abrir el extenso campo deportivo y hacerlo alcanzable para todos aquellos que requieran un buen entrenamiento.
En nuestro departamento comencemos con buenas dotaciones físicas, intercambios entre ciudades, barrios y colegios. Es importante la participación del sector empresarial, profesional, directivos de las distintas entidades, congresistas y administradores públicos. Todos sabemos que durante las campañas políticas se nos proponen hasta villas deportivas, pero luego todo queda en el olvido, el deporte es salud y cuando le damos a nuestros jóvenes la oportunidad de hacerse profesionales en alguna disciplina deportiva, ayudamos a disminuir los índices de alcoholismo y drogadicción que tanto está afectando a nuestra sociedad.