La situación económica de Europa en su conjunto, pero principalmente la de Grecia y España, representa un serio reto para el futuro de la unión monetaria e inclusive para el Euro, como moneda única del viejo continente. Aunque tienen las instituciones y los instrumentos para salir de la crisis, la indecisión política y el temor a las protestas callejeras han demorado los duros planes de ajuste que se requieren para salir de la crisis.
Sin lugar a dudas, el agravamiento de la situación de Europa, cuya salida lleva varios meses en entredicho, tendrá serias y complejas repercusiones en el comercio y las finanzas internacionales. La evolución de la situación económica de los Estados Unidos, cuyo menor crecimiento en la generación de empleo puso a temblar a las bolsas mundiales la semana pasada, también agrava el panorama económico mundial que venía presentando serios nubarrones.
Los efectos de lo que suceda en ambos continentes, se sentirán, obviamente, en América Latina y en países como Colombia. Como se comentó en la Asamblea del BID, desarrollada en Montevideo hace pocas semanas, las autoridades económicas de América Latina, continente que avanza con cifras positivas y buenos escenarios, tendrá que estar muy atentas a lo que sucede en el resto del mundo, principalmente en Europa y Estados Unidos.
Colombia tiene que estar muy atenta a la evolución de la economía de Europa y también a la de los Estados Unidos, país con cual si tenemos un alto flujo comercial, cercano a la mitad de nuestras exportaciones, y también una gran conexión en materia financiera. Hace bien el Ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverri, en advertir a empresarios y trabajadores que se vienen tiempos difíciles en los próximos 12 o 18 meses, y los agentes económicos tendrá que prepararse para esos escenarios menos positivos que los vividos en los meses recientes.
En la parte interna, el gobierno acaba de confirmar que durante el primer trimestre se registró una desaceleración en la economía nacional, como lo confirman el menor crecimiento de la industria, el comercio y la construcción, entre otros sectores. En efecto, en marzo cayó 0,9 por ciento la producción industrial, y en todo el trimestre el sector manufacturero creció 1,7 por ciento, una cifra muy inferior a la esperada por la gran mayoría de analistas y centros de estudio. El comercio también registra cifras positivas pero inferiores a las del mismo periodo del año pasado, principalmente por la reducción en la venta de carros y motos. Igualmente la construcción ha presentado una reducción en su dinámica.
Lo ocurrido, es decir la desaceleración, no debe ser motivo de alarma, se trataba de algo buscado por las autoridades cuando, desde principios de año, comenzaron a subir las tasas de interés. Precisamente, el aumento gradual en las tasas de interés va encaminado a reducir la demanda y a bajarle un poco al ritmo de crecimiento que traía la economía en el cual algunos veías signos de recalentamiento en algunos sectores.
Teniendo en cuenta el contexto internacional, y esos signos de la economía nacional, no se explica que en materia fiscal, particularmente en la gestión del gasto público del gobierno nacional, se presente una ejecución tan lentas, como lo demuestran las cifras del mismo Ministerio de Hacienda, cuando el gasto público es el único instrumento disponible para evitar que la caída sea mayor, más rápida y profunda.
Tanto a nivel nacional, como también territorial, se requiere dinamizar el gasto público para ayudar a un aparato productivo que muestra signos de menor crecimiento, pero que no se puede dejar caer tanto sino se quiere que aumente el desempleo que difícilmente se ha recuperado como lo acaba de demostrar el Dane, con la cifra de abril, con una tasa promedio nacional de 10,9 por ciento que no es ningún triunfo. Colombia no va a ser ajena a la crisis económica mundial, pero sino hacemos lo necesario para amortiguar el golpe las cosas pueden pasar de castaño a oscuro. Esto aplica, reiteramos, tanto para el gobierno nacional, reiteramos, como para los gobiernos territoriales.
*Este editorial fue publicado recientemente, pero dado el interés y actualidad lo presentamos nuevamente a nuestros queridos lectores.