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Colombia: proyecto productivo

La meta principal es lograr un país con un crecimiento sostenido, de al menos 5%. Es la única manera de lograr una disminución real de la pobreza y un mejoramiento de las condiciones de vida de  los colombianos. Para lograrlo será necesario hacer un gran pacto colectivo alrededor de un proyecto  país que impulse las reformas laborales, tributarias y pensionales.

Es necesario un gran acuerdo de  empresarios, trabajadores,  organizaciones sociales,  clase política y todos los estamentos del país para sacar adelante el proyecto de país con sus reformas, utilizando las más modernas y avanzadas  concepciones del conocimiento humano. Un esfuerzo colosal porque todo está en cambio permanente.

Cada uno defiende sus propios intereses, es lógico, normal, y hay que aceptarlo. Cada cual y cada grupo de interés  necesita desarrollar sus propios proyectos de infraestructura, servicios públicos y  políticas de Estado.  Cada sector de la economía, no solo tiene sus intereses, también  debe hacer lo necesario para desarrollar al máximo su potencial.  Solo la sumatoria de todos, en conjunto, logrará el gran crecimiento colectivo que necesitamos.

La tarea más importante, entonces, es poner de acuerdo a propios y extraños. Para  eso  hay que ponerse en el otro que hay en ti, y que parte de ti hay en el otro. Tenemos que entendernos, comprendernos.  Hay que llegar al detalle de lo que necesitan los inversionistas extranjeros y sus diferentes intereses a nivel internacional, qué quieren de nuestro país. Es una tarea de concertación masiva y colectiva necesaria si queremos impulsar nuestro desarrollo.

Objetivos, por ejemplo, cómo  construir un proyecto de energía nuclear y un plan nacional integrado de energía y de seguridad climática, ambos requieren de mucha concertación. Lo mismo que recuperar el empleo perdido a través de  una serie de regulaciones  temporales y definitivas que hagan crecer al país de manera real y no solo  “efecto rebote”, sino como ya lo hemos dicho un crecimiento sostenido, y así recuperar el empleo y el crecimiento del PIB.

Lo más urgente y necesario es definir unas reglas de juego claras que nos permitan acceso a más capital nacional y atracción de capital internacional. Necesario fortalecer el país  como democracia con historia y con visión de futuro. 

Ojala  no tengamos que darnos  golpes de pecho, como hubo este pasado 5 de enero en Estados Unidos, al cumplirse un año de la invasión violenta  al Congreso de la República para tratar de impedir la posesión de Biden. Se trataba de dificultar la transición  ordenada de una decisión del pueblo norteamericano. Biden había sido elegido democráticamente por el voto popular y, por primera vez, se trató de obstaculizar su posesión.

Los analistas  se preguntan porque que pusieron en  peligro la democracia. Se preguntan cómo  garantizar la perpetuación de la democracia como sistema de gobierno. Se preocupan porque lo vieron tambalear y  en peligro porque a través de la fuerza se podría impedir la transición tranquila y ordenada de una fuerza política ganadora. Pusieron en peligro la democracia. Explican los republicanos que los demócratas no defendieron adecuadamente la democracia como sistema de gobierno. Ese cuestionamiento interno debe conducirlos precisamente a tomar las medidas necesarias para garantizar con seguridad  su estabilidad y continuidad.

 De la misma manera, Colombia como proyecto colectivo de país democrático debe estudiar su propio futuro y garantizar la fuerza que nos conduzca en nuestra historia a  un gobierno cada vez más democrático, seguro, ordenado y sin riesgos.

Por Eduardo Verano De La Rosa

Categories: Columnista
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