‘Talento sin disciplina no vale nada’, frase que parecen tener presente muchos colombianos para demostrar que sí se pueden hacer las cosas bien. Un estudio realizado por Amway en asocio con la Universidad de Múnich y GJK para la muestra global y para Colombia con la Universidad del Rosario, evidencia que los colombianos han puesto a trabajar el talento de la mano de la disciplina lo que lo hace merecedor hoy de un cuarto lugar en emprendimiento.
El reporte mundial evidencia que en el país existe una mejor actitud para buscar negocios propios. Las mujeres superan a los hombres con un 48% de participación en programas de capacitación.
El espíritu empresarial es una necesidad en nuestra sociedad. “Es una filosofía basada en la iniciativa individual y en la idea de que la vida profesional es más que conseguir un trabajo”, indicó Germán Mejía, director de Bmlab Latam y socio académico para Colombia del reporte global de emprendimiento que entregó en Bogotá su más reciente estudio.
El reporte cita que de 38 países encuestados, se evidenció un incremento anual del 4 % en la actitud positiva hacia el emprendimiento, llegando al 75 % en 2014, y Colombia se encuentra entre los cuatro países con la más alta actitud positiva junto a Suecia, México y Noruega.
El estudio de Amway en asocio con la Universidad de Múnich y GJK para la muestra global y para Colombia con la Universidad del Rosario, el Centro Internacional de Responsabilidad Social y Sostenibilidad, Bmlab y Kreab, muestra que en el país la ciudad con mayor actitud de emprendimiento es Barranquilla, seguida por Cali, Medellín y después Bogotá. De igual manera, evidencia un alto porcentaje de emprendedores sin título universitario, llegando al 87 % de la población encuestada que fueron mil personas, frente a un 94 % de innovadores que sí tienen educación superior.
Para Mejía, aunque es evidente el aumento de empresarios sin educación adecuada, sí existe un factor relevante relacionado con que las personas podrían estar dispuestas a iniciar una vida de trabajo por cuenta propia, “pero a menudo sienten que carecen de bases educativas, el conocimiento adecuado y del estímulo social”.
El informe señala además que el mayor potencial de emprendimiento en Colombia está en la población menor a 35 años, con un 83 %, seguido por personas entre 35 y 49 años, con un 80 %, y con un 63 % los empresarios mayores a 50 años.
Adriana Rueda, directora de Mipyme del Ministerio de Comercio, señaló que en la educación está la clave para lograr mayor estabilidad del emprendimiento en el país, aunque enfatizó que “desde la casa se deben inculcar estas prácticas de independencia laboral sin tenerle miedo al fracaso infundiendo la persistencia en lo que se quiere”.
‘Estamos pobres en sofisticación empresarial’
Alex Castrillo Galván del Observatorio Mercado de Trabajo, Ormet e investigador del modelo GEM en Latinoamérica, dijo: “de Valledupar nosotros no tenemos datos en este momento que nos indique cómo está la actividad emprendedora, lo más cercano que tenemos en estudios regionales los hizo el GEM para ciudades de la Costa como Barranquilla, Santa Marta, Cartagena y Sincelejo en 2010 desde ese momento hasta hoy no se han vuelto a actualizar esos datos y en Valledupar no se ha adelantado nunca ese tipo de estudios”.
Castrillo Galván explicó además que lo que hace que Barranquilla en estos momentos sea la única ciudad de la Costa Caribe que está mostrando mejores resultados es que en los últimos ocho años ha realizado una inversión importante en infraestructura, en vías, puertos, educación, bilingüismo, adecuación y ajuste de su oferta educativa hacia el sector productivo.
“Si comparamos a Valledupar con este tipo de factores desde luego que en la ciudad no ha pasado nada importante y relevante por el contrario seguimos con un débil aparato productivo, una incipiente sofisticación de los procesos de innovación de las empresas, el departamento de Cesar y Valledupar ocupa el puesto número 19 hemos retrocedido en algunos aspectos de sofisticación empresarial, diversificación de oferta exportables, no hemos invertido en el aparato estatal para incentivar la empresa”, aseveró el investigador.
Letty Polo Thomas
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