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Colombia, Alemania y Francia, países solidarios

En una reciente entrevista el embajador de Alemania en Colombia, Michel Bock, anunció la creación del Instituto Colombo Alemán por la Paz. Además, Berlín está dispuesto a colaborar en el proceso de paz con el Eln, si se mantiene interés de sacar adelante esta iniciativa. Básicamente, Alemania ayudará a Colombia con su experiencia y manejo de estrategias en el posconflicto y reconciliación. En su primer recorrido por el país el embajador confirmó la falta de presencia física del Estado en varias zonas veredales de nuestro territorio. Este problema se irá resolviendo con gradualidad y la presencia directa del Presidente Santos en las zonas de concentración guerrillera.

En muchas naciones consideran muy interesante ver la evolución de un país como Colombia que hace más de quince años estuvo a punto de ser un Estado fallido y hoy, a pesar del conflicto armado, nuestro país ha salido adelante porque en el campo los distintos actores se están acercando, son realistas y no quieren seguir viviendo en un pasado de temor, desolación y muerte. El Gobierno Santos debe proceder con la velocidad necesaria y eficacia comprobada para cubrir los espacios dejados por la guerrilla y los grupos de bandas criminales.

¡Es una lástima que esto llegara a ocurrir porque pasaríamos de ser una nación espejo al país de las oportunidades pérdidas! Entre guerrilleros, colaboradores y milicianos existe una población de 20.000 personas frente a 48 millones de compatriotas donde existen muchos menores de edad que lo único que quieren es vivir en paz con sus familiares, sus amigos y un poco de justicia social. ¿Es mucho pedir?

No hay que tener miedo de un grupo relativamente pequeño que quiere hacer militancia política integral, lo cual sería mejor para nuestro país. Claro que existen crímenes y muchos sapos en el camino, pero esta guerra inútil merece la oportunidad de terminarla y sería el inicio para que el Estado haga lo que tiene que hacer. En el fondo es un debate filosófico entre la percepción de la guerra en el campo que para los campesinos se convierte en una opción entre la vida o muerte.

Alemania, con toda su logística y experiencia acumulada en la segunda guerra mundial, puede ofrecer apoyo a Colombia, representado en algo más que granos de arena, al igual que el presidente de Francia que con la próxima visita anunciada a las zonas de concentración con la guerrilla, está mostrando claramente al mundo que Colombia no está sola en este proceso si le sumamos los aportes y apoyos recibidos de la ONU, la OEA, la Unión Europea, América del sur, del norte y el resto del continente.

Celebramos con optimismo las expectativas de inversión de Alemania en Colombia representados en el sector de infraestructura, energías renovables, agroindustrias, industria farmacéutica y cooperación universitaria con becas, visas e intercambios estudiantiles, además de las ayudas en el manejo de conflictos y reconciliación. El proceso encontrará una serie de medidas y controles financieros que pueden facilitar unas acciones en alza, un dólar estable al igual que el costo del barril de petróleo y de los bienes inmuebles con una inflación a la baja. Son hechos ciertos y que pueden ser comprobables.

Está claro que la parte logística del posconflicto necesita un apoyo y manejo gerencial donde no se debe improvisar y esté prohibido equivocarse porque este plan interdisciplinario no debe tener la mínima posibilidad de fracasar. Somos 48 millones de colombianos expectantes y auditores especializados.

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Gustavo Medina: