Por Mary Daza Orozco
El doctor José Romero Churio, cirujano renombrado que ha trabajado en la mayoría de las clínicas que prestan sus servicios en la ciudad, dialogó con EL PILON y trató el tema de urgencias de la Clínica Valledupar.
El Pilón: ¿Qué ha pasado con la Clínica Valledupar?
José Romero Churio. Pasó de ser la más prestigiosa a un estado de crisis lamentable; yo fui socio, no fundador, hace poco vendí mi acción, porque se perdió ese hálito de amor y pasión con el que se trabajaba en ella. La Ley 100 lo trastornó todo, quizá se creó con la mejor intención, pero llegaron los avivatos (políticos) se apropiaron de ella y la medicina tomó un tinte mercantilista y de corrupción que afectó duramente a la clínica.
EP. ¿Hay corrupción en la Clínica Valledupar?
JRCH. Como en casi todas. Ha sido maltratada desde la época de la guerrilla cuando tenía que pagarle la famosa ‘vacuna’, luego los de las autodefensas con lo mismo; secuestro de médicos, amenazas y extorsiones; las malas administraciones, porque ha tenido muy malas administraciones, en algunas, todo el mundo lo sabe, con malos manejos de dinero.
EP. Se habla de pagar a los que llevan pacientes.
JRCH. Sí,esos son los calanchines que llevan pacientes y ganan comisiones, las ‘coimas’ están a la orden del día, además, médicos que no estudian por vocación sino para hacer dinero y hacen negocios, incluso especialistas, que cobran más barato a los pacientes, ejemplo: en caso de que se demore una cirugía, por falta de eficiencia de laEPS, ellos se ofrecen a cobrar menos para adelantarles la intervención; es un negociar permanente,con algo tan sagrado como la salud.
EP.¿Qué dificultad ha encontrado para el ejercicio de su profesión?
JRCH. Cuando faltan las cosas. Cuando se está operando y se necesita algo tan vital como un medicamento y que digan que no hay, puede fallar el asunto tan delicado porque se trata de la vida; ejemplos que parecen tontos, pero no lo son porque en esto no se admite la mínima falla, como que uno pida uno guante para remplazar el que se acaba de romper y le digan que no hay de la talla de uno y haya que seguir operando con unos guantes más grandes o más chicos, que hacen dificultoso el trabajo.
Atiborramiento
EP. ¿Por qué ese hacinamiento en urgencias de la Clínica Valledupar?
JRCH. Yo lo llamo atiborramiento. Eso se da en casi todas las clínicas, por déficit de camas; por pacientes que van a urgencias que no han sido bien atendidos en sus EPS, porque les dan citas para meses y para entonces se ha agravado la dolencia, o porque a algunos les parece más fácil que los atiendan en urgencias que en consulta externa de sus EPS; y un porcentaje alto del atiborramiento es la desorganización que reina en la clínica, la mala administración.
EP. ¿Solución?
JRCH. Difícil, hay que inyectarle mucho capital. Antes los socios que tenían una sola acción, trabajaban con amor por ella, ahora se han vendido la mayoría de acciones, de suerte que sólo tiene dos socios, el que las compró y los que quedan, de suerte que ya no existe esa pasión ese amor por la clínica y la profesión.
Habla la gerente
La odontóloga Sandra Milena Caicedo Castro es la directora de la Clínica Valledupar. Se mostró atenta a responder y a defender la clínica de las “críticas” que se les hacen a diario.
El Pilón. ¿Por qué tanta desorganización en la sección de urgencias?
Sandra Milena Caicedo Castro. Por el flujo de pacientes, que vienen con males menores, que no son tratados por las EPS y nuestra capacidad locativa no es suficiente para recibirlos.
EP. ¿Está en crisis la Clínica Valledupar?
SMCC. La crisis del Sistema de Salud ha afectado a la Clínica Valledupar, pero no es la única, las demás de aquí también y a nivel nacional.
EP. ¿Localmente qué es lo que la ha afectado?
SMCC. La EPS, Saludcoop, uno sus clientes más importantes, con una buena facturación, va para la tercera intervención, eso la ha afectado mucho.