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Claudia Zuleta y Ricardo Quintero en su laberinto

El mejor control político, las mejores propuestas en políticas públicas y la mejor veeduría de los recursos y entidades públicas del departamento del Cesar la están haciendo dos diputados: Claudia Margarita Zuleta y Ricardo Quintero Baute.

Son dos personas bien formadas, con gran conocimiento de los problemas que mantienen a Valledupar y al departamento del Cesar en el atraso, y con plausibles respuestas para dar soluciones.

Ricardo y Claudia Margarita son personas con un valioso trabajo que los antecede y con buena trayectoria en el sector público, pero, desafortunadamente, se encuentran en el lugar equivocado.

Es lamentable ver como todos sus esfuerzos no llevan a producir los resultados que la ciudadanía cesarense merece. A pesar de sus extraordinarias voces de denuncia y sus debates de control, no han sido atendidos adecuadamente por sus copartidarios del Gobierno nacional.

Muestra de lo anterior son los valiosos debates de control político y sus contundentes denuncias públicas sobre el Hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar, el Idreec, el Hospital San Andrés de Chiriguaná, y, recientemente, sobre la Universidad Nacional sede La Paz.

Pese a las denuncias no han recibido el respaldo con acciones que debe brindar el gobierno nacional en estas situaciones.

¿Qué es lo grave aquí? Que los mencionados diputados (de muy buen trabajo) no cuentan con un apoyo basado en acciones en su propio partido político, son miembros díscolos o marginales del Centro Democrático.

Su buena labor no está siendo respaldada con acciones por parte de las autoridades del orden nacional, las mismas con las que deberían tener contacto directo por pertenecer al mismo partido político.

¿Dónde está el superintendente de salud Fabio Aristizabal frente a una urgente y necesaria intervención del Hospital Rosario Pumarejo de López? ¿Cómo se sienten Claudia Margarita Zuleta y Ricardo Quintero al no contar con respaldo por parte de las autoridades nacionales del partido al que pertenecen? ¿Los atendió muy bien el viceministro de Salud en su visita a Valledupar cuando ni una entrevista les concedió?

Es muy difícil lograr cambios sustanciales en el lugar equivocado. Los diputados mencionados están haciendo política interesante, pero de forma solitaria y marginal.

Así no lograrán cimentar un proyecto político que llegue a gobernar, pues, a pesar de tener muchas virtudes, no tienen lo decisivo: los resultados que la ciudadanía espera, sus denuncias quedan como simples quejas sin acción respaldada.

Tienen buenas intenciones, pero de buenas intenciones no se vive, todavía son políticos muy débiles frente al clan que pretenden derrotar.

Claudia Margarita Zuleta y Ricardo Quintero Baute serían personas idóneas para llegar a la Gobernación del Cesar, pero si no cambian de partido, mi voto y el de muchos como yo no lo van a tener, mi razón es simple: yo no voto por gente a la que no le camina ni su propio partido político.

A fin de cuentas, si denuncian con contundencia, si hacen control político eficiente, si hacen debates constructivos, pero no son respaldados, van a jugar el eterno papel de oposición política en un entorno donde se tendrán que conformar con ver gobernar a otros, quedando como simples espectadores.

Entonces, Claudia Margarita y Ricardo, para que reflexionen: ¿Quieren cambiar las cosas para bien en el departamento del Cesar? ¿Quieren llegar a gobernar el departamento del Cesar? ¿Sí lo quieren? pues salgan de ese partido político en cuanto puedan, conformen un movimiento amplio e independiente que abarque a sectores sociales, políticos, empresariales, académicos y culturales. Tienen posibilidades de consolidar un movimiento interesante que pase del control político al gobierno departamental.

Por otra parte, si no quieren llegar a la Gobernación del Cesar, entonces sigan haciendo lo mismo dentro de ese partido al que pertenecen. Igual, de hacer oposición política pueden vivir toda la vida: el senador y hoy candidato presidencial Jorge Robledo es el vivo ejemplo de ello, pues, hizo oposición política en el Congreso durante toda su vida y ya encamina una campaña presidencial que apenas inicia, pero que tiene perdida hace rato.

No sean ingenuos, no se limiten, no se casen con un partido político cuyo gobierno nacional está en decadencia y que ha tenido un manejo de lo público sectario, corrupto y excluyente con tanta gente que está inconforme. Se convirtieron en víctimas de su propio partido y ni cuenta se dieron.

Por: José Ángel González Cruz
joseangel1528@hotmail.com.


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