La vida de la antioqueña Claudia Elena Vásquez Ángel y el samario Carlos Alberto Vives Restrepo, gira alrededor del amor desde hace más de 14 años, y lo mejor es que a ese sentimiento le han puesto música para darle la nota más alta en el pentagrama de la felicidad.
Todas las manifestaciones se han dado en esos tiempos del amor donde su barco navega por aguas mansas y dulces, y la vida tiene el verdadero color de rosas.
Precisamente, el año pasado Claudia Elena escribió en su Instagram un mensaje de esos que dan en el blanco, que hacen posible que las estrellas iluminen más y la luna sonría hasta por dentro.
“Te amo Carlos Vives. Dios te bendiga siempre, amo la vida contigo, la sociedad que hemos construido en todo, en el hogar con nuestra familia, en el trabajo tuyo como artista, con nuestro equipo de trabajo en @gaira_cafe y @gml_auditorio, con nuestra iniciativa de @traslaperla por nuestra Santa Marta, con nuestra escuela de música @riograndeescuela, nuestro estudio @gmlestudios, con nuestro proyecto de @pombo.musical; mejor dicho, sigue soñando que yo me encargo que todo sea realidad. ¡¡¡Te adoro!!!”.
Estos proyectos como ella lo indica, van de la mano de Dios, y sostenidos por el amor de esta pareja que tienen una visión precisa por donde indica la brújula.
Ellos, tienen dos hijos, Elena y Pedro, que son el imán que unen sus sentimientos y desde distintos escenarios cada uno manifiesta su amor. “Es una mujer maravillosa, es increíble”, dice Carlos.
Por su parte, Claudia manifiesta; “A Carlos lo amo y tenemos un hogar maravilloso”. Carlos habló en detalle de su reina. “Insisto en lo maravillosa que es Claudia. Es mi motor. Me ha salvado la vida. Por ella volví a la industria musical. Ella mueve todo y es lo mejor que me ha pasado”.
La vida de pareja
Entrando en el campo de la magia de la pareja, Claudia es clara y entrega su propia experiencia. “Cuando nacen los hijos, uno no puede descuidar a la pareja, por eso es súper clave buscar espacios, tiempo para los dos, estar los dos solos. Es clave sacar esos espacios. La vida no puede ser sólo los niños, porque la vida de pareja es muy importante y, finalmente, los hijos son prestados. A los hijos uno se los goza 16, 20 años y luego se van ¿Y qué queda? Yo creo que hay que cultivar mucho la relación de pareja. Soy súper partidaria de buscar esos espacios de estar sola con Carlos y aprovechar esos momentos”.
El homenaje
Los dos están felices. El homenaje en el 51° Festival de la Leyenda Vallenata para Carlos ha sido un motivo para darlo todo y que la fiesta sea en grande y se desprendan actos que lleven alegría a todos.
“Carlos ha tomado este homenaje no para él, sino compartido con todos los que supieron en su momento tocar y cantar vallenatos, y que él conoció en su casa de Santa Marta. Está feliz y comprometido. Gracias a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata y al pueblo vallenato, por ese gesto que lo motivó a seguir trabajando por este bello género musical”, anotó Claudia Elena.
‘La Reina de Carlos Vives’, la encantadora antioqueña, reina de Colombia en 1996, vive pensando en todo lo que encierran estos momentos que llenan de regocijo el corazón, haciendo posible que todos fijen su mirada en la tierra del olvido o en ese Macondo que Gabriel García Márquez bosquejó en letras y que hoy más que nunca merece una segunda oportunidad sobre el mundo vallenato donde un acordeón arruga el sentimiento.
‘Volví a nacer’, clave del amor
El artista samario no se cansa de resaltar el aporte a su carrera musical y personal de su amada Claudia Elena, y le manda todos los besos que caben en el mundo, le regala las flores que encuentra en el jardín de la vida y le entona la canción que más le gusta: ‘Volví a nacer’.
Ella queda encantada e indica: “Esa canción ‘Volví a nacer’, es una verdadera declaración de amor, es poesía. Las canciones de Carlos se basan en el amor, son llenas de sentimiento y se encuentra el momento preciso de la vida en que se quieren dedicar y cantar a todo pulmón”.
Y es que por tu amor volví a nacer
tú fuiste la respiración y era tan grande la ilusión.
Quedarme a tu lado, ser el bendecido por tu amor
por eso yo quiero dejar mi pasado
que vengas conmigo, morirme en tus brazos, dulce amor.
En medio de la charla Carlos Vives recordó los momentos en que fue el protagonista de la serie ‘Escalona’ de Caracol Televisión y grabó los Clásicos de la Provincia I y II, con la disquera Sonolux, que le inyectaron un nuevo aire al vallenato raizal y lo proyectaron con mayor fuerza por el mundo.
“Admiraba agarrado de las faldas de mi mamá el carisma y el talento de estos juglares que comenzaron a llenar mi vida de vallenatos. Desde ese momento comencé a admirar a esos hombres que dejaron un gran legado que no hay que dejar a la vera del camino. Esos viejos juglares que engrandecieron el folclor, y los que todavía las nuevas generaciones les rinden homenaje”.
Siguió de largo entregando sus conceptos. “Valledupar, la Capital Mundial del Vallenato, es una mina de folclor, y más su máxima fiesta el Festival de la Leyenda Vallenata que se ha ganado el más alto honor. La música vallenata tiene el más grande espacio, y se hace necesario cuidarlo. Es tarea de todos”.
Recordó que su amor por el vallenato no escampa, sino que recorre los caminos del ayer donde los cantos se estrellan de frente con el corazón y hacen posible que el alma cante ‘El testamento’, donde un maestro de nombre Rafael Escalona, al irse de viaje pidió que no lo lloraran porque le daba dolor. También su canto ‘Hijo del vallenato’ donde no dudó en cantar.
Yo siempre cantaré historias de mi pueblo
momentos de un ayer futuro de mi ensueño.
Yo siempre volveré por los caminos viejos
Sendero natural de los hombres sinceros.
Y volveré del Valle a la provincia de Padilla
siguiendo la esperanza de una tierra prometida.
Y cruzaré el desierto buscando una nueva senda
siguiendo los caminos de Francisco, la leyenda.
‘La Reina de Carlos Vives’, la encantadora antioqueña, reina de Colombia en 1996, vive pensando en todo lo que encierran estos momentos que llenan de regocijo el corazón, haciendo posible que todos fijen su mirada en la tierra del olvido o en ese Macondo que Gabriel García Márquez bosquejó en letras y que hoy más que nunca merece una segunda oportunidad sobre el mundo vallenato donde un acordeón arruga el sentimiento
Por Juan Rincón Vanegas @juanrinconv