Por Celso Guerra
Por estas calendas, todo gira alrededor del debate político, que se viene dando en Colombia dadas las expectativas que tenemos todos los ciudadanos, en torno a los planteamientos o ideas, que puedan esbozar los aspirantes al congreso, senado o cámara, para mejorar las condiciones de vida de las personas de la circunscripción, la cual aspiran a representar. Nos referiremos a los aspirantes del Cesar y su papel, en el desarrollo de nuestra música.
Desde el periodo, que correspondió a la presidencia del Payanés, Guillermo León Valencia,(1962-1966 ),se conoció la abulia, por el folclor, que tenía el más insigne representante en el senado, de esta región, que no se había constituido, aun en ente territorial; él demostró su menosprecio a una comisión musical procedente de Valledupar, que llegó al Palacio de Nariño por invitación presidencial; nuestro único representante congresional, en ese momento, se avergonzó con la presencia de sus paisanos, encabezados por, Escalona, y ”Colacho”, quienes amenizarían una parranda al bohemio presidente .
“¿Por qué les habían permitido a estos campesinos vallenatos, ensuciar de boñiga, la alfombra presidencial?” se preguntó.
Frase lapidaria para el folclor vallenato.Después de la aceptación que ha tenido la música vallenata en el mundo, gracias al talento de nuestros músicos y la labor de divulgación y promoción del festival vallenato, nuestros máximos representantes en estos y otros organismos, siguen avergonzándose de su cultura, representada en la música vallenata y sus intérpretes.
No conocemos una sola iniciativa, antes o ahora, de nuestros representantes y/o aspirantes a cámara o senado,que dignifique y enaltezca a los protagonistas de la cultura vallenata, los juglares, que han sido embajadores, sin investidura diplomática, de nuestra identidad , y sin remuneración, ellos son damnificados, por apatía o desconocimiento, de los políticos, de la importancia y trascendencia que tienen, que le han dado divulgación con sus cantos, a la región, allende nuestras fronteras y traído desarrollo y reconocimiento.
No podemos negar, quienes más han apoyado a nuestro folclor han sido la gente del interior, López Michelsen y su grupo de sequitos, quienes trajeron las disqueras y mercado al folclor, para irrigar nuestra música por el mundo, antes, les cerraban las puertas.
Los reconocimientos siguen llegando desde afuera, con la famosa “ Ruta Escalona”, presentada por el cuestionado congresista santandereano, Alirio Villamizar, en el año 2009,siendo aprobada en la presidencia del controvertido senador, Bolivarense, Javier Cáceres.
Dicha ley dice, “el Gobierno Nacional, departamental y municipal construirán financiarán, bustos y elementos culturales, artístico y folclóricos, para resaltar a los juglares de la música vallenata, bautizando una vía especial; Patillal, Hurtado, glorieta las piloneras y pedazo de acordeón, carrera 9, hasta el hotel Sicacare, cruzando a la izquierda hasta la plaza. Además la financiación de la casa museo, Rafael Escalona Martínez, que quedaría ubicada cerca a la tarima Francisco el Hombre”.
Será que, ningún congresista en ejercicio o aspirante sabrá que esta ley existe. Ojalá expertos en el tema los asesoren en la materia y la implementen para desagraviar a nuestros héroes folclóricos.