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Ciudadanía pide baños públicos en el Parque de la Vida

Visitar el Parque de la Vida de Valledupar se ha convertido en el plan familiar de un alto porcentaje de la ciudadanía vallenata. Los juegos infantiles, su complejo deportivo con cancha multifuncional, gimnasio biosaludable, ciclorrutas, entre otras áreas de recreación, han sido ampliamente acogidas por la comunidad. Sin embargo, visitantes y propios han manifestado la carencia que tiene el parque en materia de baterías sanitarias. 

En las 4.5 hectáreas que abarca el parque no hay ningún baño público para las personas que tengan alguna necesidad fisiológica. Al respecto, la ciudadana Laura López comentó que el “punto negro” del parque es la falta de baños públicos debido a que muchas familias visitan el parque con niños y los menores de edad “pasan trabajo porque no hay un baño cuando les dan ganas de orinar”. 

“Uno como adulto se puede aguantar, aunque no esté bien, pero un niño no lo puede hacer. Yo vine al parque el fin de semana pasado y mi hijo se alcanzó hacer ‘pipí’ en el pantalón porque no se aguantó a llegar a la casa. El parque debería tener baños como el del río Guatapurí y más si es un parque que su público en general son familias”, argumentó López. 

De igual manera Gabriel Díaz, docente de Lengua Castellana, precisó que el parque al no tener baños también reduce el número de visitantes. “Ahora no se ve porque el parque está de moda y es muy bonito, pero con mi familia no vengo aquí. Vengo a correr o solo con mi esposa porque tenemos un bebé de dos años que hay que cambiarle el pañal y aquí no hay un baño donde mi esposa pueda hacerlo”, dijo Díaz. 

¿Orinales urbanos?

De acuerdo con un trabajador de la empresa Interaseo que prefirió omitir su nombre, las personas al no encontrar un baño público en el parque “orinan escondidos” en partes apartadas del parque y que colindan con los megacolegios que están alrededor. 

“La gente cuando se da cuenta que no hay un baño busca dónde hacer su necesidad. Más que todo son los hombres porque uno puede pararse frente a un árbol o un muro a diferencia de las mujeres. He visto a varios orinando en las partes más retiradas del parque, casi llegando al Centro de Eventos Paisaje de Sol”, aseveró este vallenato. 

En ese sentido, José Alejandro Bolaño, padre de familia, afirmó que orinar en espacios públicos es un acto de incultura ciudadana que no tiene justificación, pero que también es una conducta que se podría evitar si el parque tuviera baños. “Si se hace un parque para la familia, deportistas y toda la comunidad por obligación debe tener baños. La temperatura que hace en Valledupar es muy fuerte y la gente se hidrata constantemente y es normal que les dé ganas de orinar”.  

Agregó que nadie está exento de un “torzón o le caiga mal una comida y tenga que ir al baño. Mucho más los niños que tienen el estómago delicado. He visto a más de una mamá corriendo porque el hijo tiene ganas de ir al baño”.

Los baños y la sanción 

A pesar de que los baños públicos son una clara necesidad para propios y visitantes que disfrutan el parque, no es una obligación legal su edificación en la obra. Sin embargo, hay sanciones para aquellas personas que hagan sus necesidades fisiológicas en el parque, a sus alrededores o en cualquier espacio público de la ciudad. 

De acuerdo con el Ministerio de Justicia, que un ciudadano haga su necesidad fisiológica en espacios públicos es “un comportamiento que afecta la integridad del espacio público. Existen medidas correctivas (multa; programa o actividad pedagógica de convivencia) con él objetivo de evitar que las personas hagan sus necesidades fisiológicas en el espacio público, sin ningún tipo de control”, cita el Ministerio. 

De manera detallada explica que si se es  testigo de este acto se debe informar a un uniformado de la Policía Nacional para que este acuda al lugar para verificar si efectivamente la conducta existió. En caso de que se tenga conocimiento comprobado (teniendo en cuenta los medios de prueba: informe de policía, documentos, testimonio, entrevista, inspección, peritaje) o que no exista duda de la infracción, la autoridad realizará la medida correctiva. 

Para este caso el ministerio fija la imposición de una multa tipo 4 de más de $700.000 y participación en un programa o actividad pedagógica de convivencia, lo anterior está establecido en el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana. 

El diario EL PILÓN intentó comunicarse con el secretario de Infraestructura del Cesar, Jorge Armando Maestre Jaraba, para consultarle sobre la solicitud de la ciudadanía con respecto a las baterías sanitarias en el parque, pero no fue posible establecer contacto.

Por Redacción EL PILÓN

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