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¿China se nos adelanta?

Jimmy Carter, expresidente de Estados Unidos, comparte temores con Donald Trump, presidente en ejercicio, en entrevista en tiempo real, particularmente interesante, para denotar: “China se nos adelanta” y nos supera en todas las áreas. Estados Unidos ha descendido al top 22 en ciencia, es séptimo en alfabetización y ocupa el puesto 49 en expectativa de vida. Japón marcha a la vanguardia en ciencia con un promedio de invento diario, e Islandia repunta en calidad de vida, además de ser el mejor país del mundo para las mujeres por la igualdad de género.

Pero Carter, quien en 1979 normalizó las relaciones diplomáticas con Beijing, se retrotrae 41 años atrás cuando dirigió los destinos de la primera potencia del mundo, para mostrar dos sistemas de Estado diametralmente opuestos.

Mientras Estados Unidos, que vive en constante guerra, desperdicia 300 billones de pesos en carrera armamentística para someter a los países que no responden a sus intereses, imponer su hegemonía y modelos de Estado en otros gobiernos, conforme valores en occidente y controla las empresas que disponen de recursos energéticos a lo largo y ancho del planeta, China no derrocha un solo centavo en gasto militar.

El gigante asiático ha orientado todo su potencial y capacidad a invertir en obras sociales: infraestructura, salud gratis, ferrocarriles, hospitales, puentes que no colapsan, trenes bala intercontinentales y transoceánicos de alta velocidad, inteligencia robótica, tecnología 6G, puertos, edificios, adecuación de caminos y universidades etc., razón por la que hace rato nos da ‘sopa y seco’, para utilizar un término coloquial que nos refresca el médico y abogado Gonzalo Araújo Daza.

Estados Unidos de no haber malgastado esa enorme suma de dinero en guerra, -de por sí tiene ganado, lejos, un récord güiness como la nación más guerrera de la historia de la humanidad-, hoy se pudiera dar el lujo de tener un sistema educativo tan bueno como el de Corea del Sur o Shanghái y un sistema de salud pública vigoroso capaz de contener el COVID-19 sin la vergüenza y la impotencia de arrastrar con los peores estándares  de muertes y contagios a nivel mundial, concluye Jimmy Carter, según entrevista tomada de la revista Newsweek, publicada por la prensa estadounidense.

Colofon: “Nunca ha habido una buena guerra ni una mala Paz”. “Yo prefiero la más injusta paz que la más virtuosa guerra”, coincidencias en las que confluyen dialécticamente hablando celebridades como Benjamin Franklin y Marco Tulio Cicerón, al decantar: “La guerra crea al corrupto, pero la paz lo estrangula”. La paz es fecunda, la guerra es estéril.

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Miguel Aroca Yepez: