Jesús David Marimón, conocido como “Chanto”, marcó dos goles en el Mundialito de Fútbol de Bolivia, anotaciones que ayudaron a que la Selección Colombia se quedara con el título del torneo realizado en el estadio de Santa Cruz de la Sierra. Pese a que no anotó en el juego por la final contra el equipo local Tahuichi, su aporte como volante de marca fue fundamental para celebrar el trofeo.
El primer tanto lo logró en la victoria por goleada 5-0 ante Vasco Da Gama de Brasil en el cierre de la primera fase, el otro fue cuando se clasificaron a la final al derrotar 4-1, al Olimpia del Paraguay.
Cada una de las anotaciones, ‘Chanto’ se las ofreció a Dios porque lo salvó de una aguda gastroenteritis, de la que los médicos del hospital de Cartagena, no le daban esperanzas de vida; él permaneció más de un mes hospitalizado en ese centro asistencial.
Su mamá, Sixta Báez, nació en El Carmen de Bolívar, vivió en Arjona, luego en Marialabaja en donde nació el hoy campeón con la Selección Colombia Sub 15, de allí salieron desplazados por la violencia hasta llegar a Ureña, Venezuela.
“Allí en Ureña creció un poco mi Chanto e hizo de cuarto de primaria hasta séptimo grado en un colegio de Cúcuta, pero siempre veníamos a visitar a una hija que tengo aquí en Valledupar”, relató doña Sixta.
El joven dijo que cuando se mudaron para Valledupar, un día se puso a ver las prácticas en la cancha del barrio San Martín allí el entrenador Roberto Vizcaíno lo invitó a jugar y se quedó en el Club que dirige el profesor Martín ‘Susuki’ Miranda.
Con el Club Real San Martín se destacó en torneos locales en las categorías pony, benjamín y preinfantil, para luego ser convocado a la Selección del Cesar Infantil que fue tercera a nivel nacional en el año 2012, en la final realizada en Barrancabermeja, que dejó como campeón a Valle del Cauca, con subtitulo para Antioquia.
Jesús David Marimón quien regresó el lunes a Valledupar espera una nueva convocatoria del entrenador Jorge ‘Chamo’ Serna, ahora para la Selección Sub 15 que irá al sudamericano de Argentina.
El jugador reconoce el apoyo que le ha brindado el entrenador Martín ‘Susuki’ Miranda, quien se lo llevó a vivir en su propia casa, en momentos en que su mamá, en medio de una gran crisis económica, debió regresar donde su otra hija en Ureña, pero el muchacho quería seguir haciendo su fútbol en Valledupar.
En él ha puesto doña Sixta, la ilusión que de llegar al fútbol profesional, pueda ayudarle a conseguir su propia casita; en la actualidad viven arrendados en una humilde vivienda del barrio El Páramo, en inmediaciones del aeropuerto Alfonso López, que comparte con sus siete hermanos.
“Cuando estaba enfermo de muerte yo lo abrigaba y le decía tú eres mi santo, tú eres mi chanto, tú eres mi chanto, de modo que los hermanos le dijeron Chanto, y así se quedó”, contó su madre Sixta Báez, una humilde y sufrida mujer quien tiene cifradas las esperanza en su hijo futbolista.