Remangándose las botas de los pantalones como un acto simbólico en contra de las minas antipersonal, un grupo de cesarenses motivados por la Gobernación del Cesar conmemoró el Día Internacional para la Sensibilización contra las Minas Antipersonal, flagelo que ha dejado alrededor de 155 víctimas en este departamento.
El acto, desarrollado en la plazoleta de la Gobernación del Cesar, inició con un minuto de silencio y una oración a favor de las más de nueve mil víctimas afectadas por las minas antipersonal en el país.
“Hoy lo que queremos es que este país viva en paz, queremos preservar la vida y condenar a todos aquellos que siguen con este acto delictivo y cobarde”, expresó el gobernador Francisco Ovalle Angarita.
Por su parte, el secretario de Gobierno Departamental, Manuel Rodolfo Márquez, manifestó que el 4 de abril ha sido institucionalizado por la Asamblea General de Naciones Unidas como la fecha de sensibilización contra las minas antipersonales.
“Hemos querido rendir un tributo a las personas que han sido víctimas de este flagelo, dejando un mensaje claro del rechazo y del repudio contra esta práctica, que atente contra la integridad física de los ciudadanos”, indicó.
Voz de las víctimas
Dairo Rodríguez, quien perdió parte de su pierna derecha en el 2014 mientras que estaba en una operación como soldado profesional, exhortó a los grupos armados que dejen de estar haciéndole daño al país, teniendo en cuenta que se adelanta un proceso de paz.
“Esto es un daño que afecta tanto moral, psicológica y físico a las personas, porque al perder un miembro de la pierna, no se puede trabajar bien. A mí me ha implicado muchas dificultades; uno no puede correr ni hacer actividades de la misma forma a cuando se tenía el cuerpo completo”, acotó.
Por su parte, Wilmer Rivera, quien en un operativo del Ejército entró a un campo minado y perdió el miembro inferior de la pierna izquierda, hace un llamado a que dejen de sembrar las minas, puesto que aparte de hacerles daño a los miembros de la Fuerza Pública, le hacen daño a la población civil.
Además denunció que el Ministerio de Defensa no les quiere entregar sus prótesis en el departamento, sino que los obliga a viajar a Barranquilla o a Bogotá.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN