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El Cesar necesita un centro de pensamiento

Los buenos ejemplos son para emularlos. El departamento del Cesar debe emular lo que hacen en otras regiones con los centros de pensamiento, que son creados para pensar, como su nombre lo indica, en el desarrollo de los territorios. Para no irnos muy lejos, traemos como ejemplo a La Guajira, nuestro departamento vecino, que hoy cuenta con ‘Guajira 360, Centro de Pensamiento para el Desarrollo’.

Guajira 360 fue creado con “la finalidad de generar información técnica, confiable y pertinente, que permita construir una masa crítica local que incida en el desarrollo económico y social de La Guajira por medio de la toma de decisiones mejor informadas”. Tienen claro que no son una veeduría, que no buscan reemplazar ni quitarle competencias al Estado, que no es un ejecutor de proyectos operativos y que no es un ente académico. Tienen presente que es centro de pensamiento para dar una mirada desde diferentes perspectivas al departamento con el ánimo de cambiar, sus miembros trabajan para destacar lo positivo, que no  se hace visible por los contextos negativos.

Los integrantes de Guajira 360 son profesionales que piensan a su región, que estudian y analizan sus fortalezas por encima de sus debilidades y auscultan las oportunidades. Eso le hace falta al Cesar, que lo piensen, que lo estudien y lo analicen desde un centro de pensamiento. Hoy no se está pensando al Cesar, los dirigentes que se destacan quieren hacer, pero sin saber a ciencia cierta, si es el mejor camino.

En este departamento ha habido varias iniciativas que se quedan en la mitad del camino y hoy cuando el Gobierno Nacional o la cooperación internacional quieren conocer el impacto de algún proyecto, deben buscar en Bogotá a los expertos para que lleguen al Cesar a decirnos cómo estamos. Ese trabajo lo deben los expertos cesarenses. Eso lo está haciendo La Guajira y ya tienen asiento en órganos colegiados donde necesitan la voz de los expertos.

El Cesar cuenta con profesionales idóneos, con competencias y experiencias que pueden aprovecharse para pensar el departamento. Solo falta la unión de voluntades, el punto de encuentro y los recursos para comenzar.

En el Caribe tenemos otros ejemplos, de gente que piensa cómo debe ser el desarrollo. Casa Grande Caribe es un buen ejemplo de ello, es la suma de esfuerzos de varias iniciativas desde la sociedad civil para ayudar al sector público a tomar el camino correcto que lleve a la comunidad a tener mejor calidad de vida.

¿Quién le pone el cascabel al gato? El Cesar merece tener un centro de pensamiento.

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