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El Cesar en la ruta hacía el fin del conflicto

Andrea Ovalle exigió al alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, y al jefe del equipo negociador del Gobierno en La Habana, Humberto De la Calle, una hoja de ruta clara con cara al proceso de paz.

Con la intervención de Andrea Ovalle, alcaldesa del municipio de La Paz, quien recibirá a miembros de las Farc en su territorio, escogido como una de las 23 zonas de concentración de la guerrilla, se prendió el foro ‘Hacia el fin del Conflicto’, realizado en Valledupar.

La mandataria exigió al alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo y al jefe del equipo negociador del Gobierno en La Habana, Humberto De la Calle, una hoja de ruta clara con cara al proceso de paz y el rol del municipio en lo que viene luego de la firma del fin del conflicto. Así mismo dejó claro que la verdadera meta no es una firma, pues esta es solo un paso para generar las soluciones a las causas de la guerra y a las oportunidades que el pueblo está esperando.

A lo que De La Calle respondió que la hoja de ruta es clara, pues una vez se firme el fin del conflicto, el paso siguiente será la refrendación del acuerdo por los colombianos y el funcionamiento de las zonas veredales y campamentos. Además señaló que son claves las facultades excepcionales que se le concederán al presidente Juan Manuel Santos para que tome las decisiones necesarias para garantizar el proceso de posconflicto.

La alcaldesa de La Paz recordó que el Cesar ha sido un territorio con una alta influencia de los grupos armados ilegales y la delincuencia que ha dejado una estela de dolor, por lo que no se puede permitir que el fin del conflicto se convierta en el inicio de otra era de violencia, como ha pasado en otras oportunidades.

“Yo tengo la legitimidad de hablar de perdón y de paz y como representante del pueblo queremos contribuir con un grano de arena para cambiar la historia de este país”, expresó Ovalle.
La mandataria dijo que desde la región se debe dar ejemplo a las naciones y decirles al país y al mundo, que el Cesar es capaz de lograr la paz, porque hay voluntad.

“Si desarmamos los corazones y somos capaces de perdonar, si construimos espacios de paz en los hogares, en los colegios, seguramente la paz con la que soñamos los colombianos va a ser una realidad”, acotó.

Antes de finalizar el foro, el jefe negociador del Gobierno en La Habana, concluyó que en el Cesar a pesar de los vejámenes que dejó la violencia, se nota un ambiente de mucho apoyo a la paz y al proceso; y aseguró que decir Sí a la paz es una oportunidad de finalizar el conflicto y abrir una enorme potencialidad a Colombia.

“Este es el camino que tenemos a la mano, es la posibilidad que tenemos a través del plebiscito de refrendar y apoyar los acuerdos logrados en La Habana. Este puede ser uno de los departamentos más martirizados y sin embargo el ambiente en general es ansioso por la reconciliación, la paz, y doblar la hoja del conflicto, porque no queremos que un niño pierda sus piernas de camino a la escuela, no queremos que eso se repita en Colombia”, acotó.

“A los indígenas les están hablando mal del proceso de paz”

Recientemente representantes del pueblo yukpa anunciaron a través de un comunicado que prohibirían el ingreso a su territorio ancestral a todas aquellas organizaciones involucradas en la creación de la zona veredal que se pretende ubicar en la Serranía del Perijá, exigiendo que se haga una consulta popular para conocer si la comunidad estaba de acuerdo o no con esta parte del proceso de paz.

Ante esto la alcaldesa Andrea Ovalle dijo que existen algunas personas que se están aprovechando de los indígenas para hablarles mal del proceso de paz, por lo que pidió al Gobierno Nacional que todos estos acuerdos no se hagan de espalda a las poblaciones, sino casa a casa, puerta a puerta, vereda a vereda, para no dejar que las especulaciones dañen el proceso.

“Hay un sector de la comunidad que quiere acabar con este proceso y ha venido generando preocupaciones. Esos contradictores de la paz han llegado a hablarles mal del proceso a nuestros campesinos, a los indígenas y a las víctimas y se están aprovechando para dañar el proceso”, dijo la mandataria, quien además aclaró que a los indígenas se les respetará sus territorios y sus creencias.

Recordó además que desde el momento que dijeron que el municipio de La Paz sería centro de una zona veredal, al día siguiente se realizó una reunión con los presidentes de Juntas de Acción Comunal, líderes campesinos y comunitarios, para socializar y pedir el apoyo a este proceso.

En ese sentido, el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita dijo que como en los 522 kilómetros de la Serranía del Perijá en este departamento, existen unos lugares ancestrales de la población yukpa, junto a la Alcaldesa de La Paz se está revisando un sitio exacto que puede ser la zona de Guaimaral, muy cercano a Media Luna, en límites con el municipio de San Diego, para que ese territorio hoy no tenga ningún tipo de dificultades frente a presencia de zona indígena. La intensión desde nuestro territorio es precisar una zona para insinuársela al gobierno nacional con los negociadores que están facilitando el proceso de zona de concertación veredal”, expresó el mandatario.

Por su parte, Humberto De la Calle aseguró que se han reunido con los representantes de los indígenas y los acuerdos no van a significar pérdida o reducción de los sus territorios ni de las comunidades afrodescendientes.

A su turno, Josua Mitrotti, director general de la Agencia Colombiana la Reintegración, se refirió al Cesar como un departamento donde hay muchos temores e incertidumbres, por lo que considera es la oportunidad para iniciar un proceso de pedagogía sobre el fin del conflicto y cómo entre todos se debe construir la paz.

“Una de las primicias del acuerdo es que esto tiene que ser equitativo con las comunidades y significar algo para las comunidades, por eso debe ser la oportunidad no para generar nuevos conflictos sino para romperlos y en ese marco creo que entendiendo las necesidades de las comunidades podemos dar respuesta y llevar información para romper imaginarios sobre lo que serán las zonas de concertación”, afirmó.

Mientras que el senador, José Alfredo Gnecco dijo que es un bien común el que se está buscando con todo este proceso que se realiza en La Habana. “No entiendo porque la comunidad se opone a que se adelante un proceso después de un conflicto que ha ocasionado dolor, tanto atraso a los colombianos, y a ellos que han sufrido lo que ha sido la guerra”, acotó.

Gnecco agregó que lo que se espera para este departamento es que se compense a los territorios que han sido afectados por los grupos al margen de la ley y donde va a estar la zona de concentración.

Menos hectáreas

Mientras avanzaba el foro ‘Hacía el Fin del Conflicto’ y los panelistas resolvían las inquietudes del público, David Hernández, presidente del Comité de Ganaderos de Codazzi, tomó la vocería y denunció que a los campesinos les están quitando la tierra y no les están reconociendo el derecho a la gente que está trabajando en el campo.

De la Calle le respondió que la tierra que se le entregará a las Farc, provendrán de extinción de dominio, de baldíos o se comprarán tierras con valor comercial y aclaró que las normas sobre expropiación no fueron tocadas en La Habana.

De igual forma explicó que aunque las Farc han pedido 20 millones de hectáreas, el gobierno ha pensado en menos de seis y ante la disyuntiva ese punto está pendiente.

En 180 días estaría lista la paz

Sergio Jaramillo, alto comisionado para la paz, explicó el cronograma que existe para la dejación de armas que comienza con la firma del acuerdo final y a más tardar a los 60 días deben estar concentrados los guerrilleros en las zonas y posteriormente inicia la dejación. Explicó que en cada campamento habrá un contenedor con medidas de seguridad que es administrado exclusivamente por las Naciones Unidas, en el cual se empiezan a depositar las armas.

“A los 90 días el 30% de las Farc en esa zona deberán dejar las armas. En 150 días todas las armas deben estar en manos de Naciones Unidas en los contenedores y a los 180 extraerlas de las zonas”, acotó.

El funcionario se refirió al proceso por medio del cual se busca preparar a los guerrilleros en su incorporación a la vida civil.

“Esto debe pasar de la manera menos traumática para las comunidades, de la mano con gobernadores y alcaldes”, anotó.

Programa con enfoque territorial para el Perijá

En la regiones donde se instalarán las zonas veredales de concentración de las Farc habrá una intervención puntual del Gobierno Nacional, para ello en la Serranía del Perijá pondrán en marcha un programa de desarrollo con enfoque territorial.

Jaramillo se refirió a la necesidad de acabar con los factores que han generado la violencia en Colombia: la pobreza, la desigualdad y otros.

 “Estas zonas de concertación tendrán el tamaño de una vereda dentro de un territorio donde seguirán ejerciendo las autoridades civiles y alrededor de esa zona habrá un dispositivo de las fuerzas militares”: Sergio Jaramillo.

“La verdadera meta a la paz no es una firma, pues esta es solo un paso para generar las soluciones a las causas de la guerra y a las oportunidades que el pueblo está esperando”: Andrea Ovalle.

Andreina Bandera / EL PILÓN
Andreina.bandera@elpilon.com.co

Categories: Informe
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