Cerrejón, en alianza con Fundagan, entregó 50 vacas preñadas a madres cabezas de hogar y familias indígenas de la zona rural de los municipios de Uribia, Manaure, Maicao, Hatonuevo y Barrancas, área de influencia de la empresa carbonífera, como herramienta de trabajo para ayudar a mejorar la calidad de vida de estos habitantes y cooperar en su sustento económico.
Los beneficiarios recibirán capacitaciones, seguimiento continuo y asistencia técnica por parte de Fundagan, para garantizar que implementen buenas prácticas y logren un manejo sostenible tanto de las vacas como de sus predios.
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“Esta iniciativa, no solo brinda recursos económicos, sino que refleja nuestro compromiso con la mejora de la calidad de vida de los guajiros. Seguimos esforzándonos para brindar a nuestros vecinos proyectos sostenibles en los que puedan desarrollarse y crear oportunidades de progreso para sus familias”, dijo Juan Carlos García Otero, gerente de Asuntos Sociales de Cerrejón.
Las 50 familias beneficiarias se comprometieron a entregar la primera cría a otras familias de su región en las mismas condiciones de ellos para fortalecer el valor de la solidaridad.
“A los señores del Cerrejón, muchas gracias por esta gran sociedad que hemos hecho con la fundación ganadera. Hoy celebramos un acto que va más allá de lo material, un acto que representa la confianza en el poder transformador de las comunidades y la esperanza en un futuro mejor para todos. Esta donación no es solo un regalo, sino una herramienta de trabajo”, dijo Carlos Alfonso Luque, presidente de Fundagan.
El proyecto se denominó ‘Una vaca por la paz’ para generar sustento y mayores ingresos a los beneficiarios y sus familias.