Por: Freddy Oñate Acevedo/EL PILÓN
Valledupar cuenta con entidades culturales que se han caracterizado por prestar un servicio a la comunidad en distintos aspectos; educación, formación, artes, entre otros. Sin embargo, hay circunstancias que han acabado con la estructura física de estas edificaciones.
El paso del tiempo no ha tenido clemencia con las estructuras de la Casa de la Cultura, el Centro de Historia del Cesar y la biblioteca pública departamental Rafael Carrillo Lúquez.
Las funciones de los sitios mencionados anteriormente, se centran en la propagación cultural, todos son centros de conocimiento y formación para los niños, jóvenes y adultos de la ciudad.
La Academia de Historia del Cesar
Se hace necesario resaltar el trabajo que lidera la academia de historia del Cesar pues desde hace 20 años, ha estado recogiendo información importante sobre los orígenes de la cultura valduparense, convirtiéndose así en fuente de información para todas las personas que quieran obtener datos históricos de algún acontecimiento en particular.
Al ingresar en la casa antigua donde funciona la Academia, en la calle 15 entre carreras 7 y 8, y caminar por las salas en donde reposan archivos que datan de 1727 en los que se hace referencia a la compra y venta de esclavos en esa época, se percibe el olor a humedad que carcome las paredes y a primera vista los caminos formados por el comején empiezan a rayar las paredes de este lugar lleno de historias.
En las instalaciones de este recinto, ubicado al lado de la catedral de Nuestra Señora del Rosario, descansan fotografías, documentos, pinturas, libros y grabaciones que cuentan cómo ha sido la historia del Cesar.
Además de los problemas ya mencionados anteriormente, es pertinente recalcar que esta casa fue construida poco más de 200 años y que hasta ahora solo ha sido intervenida una vez para acondicionarla teniendo en cuenta el papel que iba jugar en la sociedad cesarense y de la Costa Atlántica.
El Director encargado de la Academia de Historia del Cesar, Francisco Valle Cuello comenta que esta es una entidad sin ánimo de lucro y que no recibe ganancias que provengan de este lugar. De igual manera, afirma que “hace ocho meses no le pagan a los empleados porque no cuentan con un ingreso o una colaboración que permita el sostenimiento de los mismos”
Teniendo en cuenta el estado de la planta física y los archivos memoriales de la historia de Valledupar sobre escrituras de casas, comercialización de esclavos y toda clase de negocios realizados entre los años de 1727 hasta 1980, estos documentos podrían tender a desaparecer por el mismo deterioro en que se encuentra la casa.
Según el vigilante del lugar, Tomás Ortega, que lleva 12 años trabajando cuidando las instalaciones, la temporada más difícil es el invierno, “pues el agua suele meterse por el techo que ya está demasiado viejo y en ocasiones los libros de archivo se mojan, ocasionando daños a los materiales que hay en el lugar”.
En un principio cuando se obtuvo la casa hace 20 años, se le realizó una inversión de 140 millones de pesos para adaptarla en cuanto a las necesidades correspondientes de lo que se convertiría la Academia de Historia del Cesar. Hoy libros y archivos descansan en anaqueles que no protegen la integridad física de éstos, lo que ha ocasionado que se deterioren por la humedad y los insectos.
Francisco Valle, dijo que “es necesario que la casa se mantenga vigilada y se le brinde un cuidado constante, porque de lo contrario puede venirse abajo”.
Asimismo, el Director encargado también envió una invitación a los entes gubernamentales municipales, departamentales y nacionales para que le tiendan la mano a este lugar que guarda las memorias, recuerdos e historias más grandes del departamento y parte de La Guajira y el Magdalena.
La Casa de la Cultura
La Casa de la Cultura, que fue inaugurado hace 43 años, y que ha sido punto de encuentro para los distintos artistas de la localidad de Valledupar y sus corregimientos, está siendo víctima de los estragos del tiempo y del hecho que no se asigne presupuesto para el mejoramiento de sus instalaciones.
Actualmente su fachada se cae. Una parte del techo de la terraza está siendo sostenido por tubos, para evitar que se desprenda el concreto y pueda generar algún accidente.
Al realizar un recorrido por los distintos salones y oficinas de este sitio, es posible percibir y darse cuenta que se hace necesaria una inversión para recuperar el funcionamiento
Sin embargo, según afirmó Alberto Muñoz, Director de cultura municipal, el inmueble es del departamento y poco se le ha hecho luego de ser inaugurada como Casa de la Cultura en 1970, pero asevera también que “el actual gobernador ha mostrado su interés en recuperar el aspecto del centro cultural, y aproximadamente en dos meses, se estarán empezando las obras para darle una nueva cara a este lugar que es tan importante para la comunidad vallenata”.
Referente a lo anterior, Alberto Muñoz, confirmó que el alcalde Fredys Socarrás Reales, también está comprometido en intervenir la parte frontal de la fachada del espacio que está fracturada.
El principal problema del lugar en cuanto a infraestructura, son los techos y las paredes, y para realizar las adecuaciones es importante recordar que es un inmueble que está ubicado en el centro histórico y para intervenirlo se requiere una autorización del Ministerio de Cultura.
Espera revivir
Un lugar importante para resaltar es la biblioteca de este lugar, ubicada en el segundo piso y bajo llave, obstruida la puerta por unos artículos viejos que hacen las veces de guardias de seguridad inertes. Allí reposan los estantes llenos de polvo y de deteriorados libros que alguna vez sirvieron de consulta a miles de estudiantes que por allí pasaron en más de cuatro décadas. Hoy espera que la revivan.
“la biblioteca es un caso especial, lleva cerrada varios años debido al mal estado que tiene, pero ya se están gestionando recursos para adecuarla como se merece para ponerla al servicio de las personas. Se está trabajando para hacer parte de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas para pertenecer a este grupo y contar con los beneficios que trae ser parte de dicha red”, resaltó Alberto Muñoz.
Biblioteca Pública Departamental Rafael Carrillo Lúquez
Este edificio, relativamente nuevo, pues fue abierto al público en 2003, hoy presenta una serie de daños en sus paredes debido a la humedad.
Cuando se inauguró, la biblioteca contaba con un recinto general, sala de literatura, infantil, referencia y multimedia, donde los consultores tenían a su disposición más de 20.000 libros y 160.000 registros en red con la Biblioteca Nacional.
El lugar cuenta con capacidad para recibir a 400 visitantes y además de eso tiene el auditorio ‘Consuelo Araújonoguera’, donde se llevan a cabo distintos eventos académicos y sociales.
Los recursos con que cuenta la Biblioteca Rafael Carrillo Lúquez, no se han visto reflejados en la infraestructura, pues se nota que la humedad ha puesto las paredes negras en ciertos lugares. Sobre la corporación que maneja la biblioteca, integrada por varios entes públicos y privados, entre éstos la Gobernación del Cesar, se han escuchado rumores de terminación. Sin embargo, al preguntarle a la Coordinadora de Cultura departamental María Amparo Ochoa sobre el particular, contestó “esta semana estaremos reuniéndonos para determinar ciertos aspectos sobre la conformación de la corporación y la inversión a la biblioteca”.