ANNELISE BARRIGA RAMIREZ
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Techos deteriorados o a punto de colapsar, paredes agrietadas, edificaciones abandonadas o estructuras arquitectónicas que no corresponden al estilo colonial de hace 463 años, es parte del panorama del centro histórico de Valledupar.
Este sitio que referencia las ocho manzanas alrededor de la plaza ‘Alfonso López’ y callejones tradicionales como ‘La Purrututú’, ‘Mahoma’ y ‘San Juan de Córdoba’, y que pese de ser declarado por el Ministerio de Cultura como Bien de Interés Cultural de Ámbito Nacional en el año 2.000, presenta un deterioro notable, que de no tomarse las medidas a tiempo, amenaza con extinguirse.
Así lo explica la presidenta de la fundación Aviva (Amigos del Viejo Valle de Upar), Alba Luz Luque Lommel, precisando que existe contaminación auditivita y visual, infraestructura de servicios de agua y alcantarillado obsoletos, invasión del espacio público, parques descuidados; casas coloniales en ruina, servicio de alumbrado público de algunos sectores en pésimo estado, cables de energía y teléfonos colgando por todos lados, que afean las fachadas de las pocas viviendas que están bien conservadas.
“En la época de los sesenta fue cuando en Valledupar se cometieron las mayores masacres contra el patrimonio: Demoliciones del Convento de Santo Domingo, Cárcel del Mamón, cambios a un estilo moderno de las casas coloniales de las familias Castro Castro, Palmera, Pavajeau, Casa Cural y muchas otras que cambiaron por completo el entorno colonial de la Plaza Mayor, dejándola como hoy la tenemos, muy mermada en su esencia colonial, perdiéndose así la originalidad y la simplicidad de lo que los españoles nos dejaron por herencia arquitectónica. La teja fue cambiada por eternit y el ladrillo fue lentamente reemplazando al adobe”, rememoró Luque Lommel.
Por su parte, el coordinador del grupo Vigía del Patrimonio, Pedro Antonio Durán Pérez, manifestó que esta situación se presenta en gran medida por la indiferencia de administraciones pasadas. “Existen casas a ‘aguaceros’ de caer, techos que han sido víctimas de la ola invernal, techos colapsados. Varias personas que sin tener el conocimiento necesario han realizado remodelaciones en forma deliberada, realizando edificaciones de varios pisos, cuando en el pasado no existían”, enfatizó.
La arquitecta Omaira Herrera recuerda que durante la administración de Rodolfo Campo Soto se dieron los primeros pasos para la recuperación del espacio urbano del centro de Valledupar, que incluía el centro histórico, proyecto que fue retomado en el gobierno de Aníbal Martínez Zuleta; pero posteriormente no se volvieron a realizar inversiones en este sentido.
“La ciudadanía tiene la idea que las cosas viejas no sirven. Son raras las personas que creemos que las cosas antiguas hay que conservarlas y cuidarlas, porque nos permiten guardar evidencias de lo que ha sido nuestro pasado. Anhelamos que Valledupar recupere su centro y memoria histórica, porque no sólo es la parte arquitectónica, esta es la que nos permite palpar o materializar la importancia que tuvimos como ciudad cuando la fundaron, pero también está la parte gastronómica y cultural, que constituyen elementos que hacen parte del patrimonio histórico y cultural de la ciudad”, aseveró Herrera.
Entre tanto, la arquitecta Yarime Lobo, manifestó que “todo territorio parte de un centro donde convergen los interés sociales, económicos, incluso los sistemas de creencias; y cuando desdibujas un centro anulaste el corazón de una ciudad; por ello la conservación del centro más que un capricho es una urgencia, para dar fe de la construcción de una ciudad”.
¿Qué dice el Municipio?
El coordinador cultural de Valledupar, Alberto Muñoz Peñaloza, manifestó que “hay que esperar la formulación del Plan Especial de Manejo y Protección -PEMP- por parte del Ministerio de Cultura; se contrató una consultoría, se presentó un informe y estamos a la espera de que sea acogido o no por el Ministerio; ellos tiene 60 días para esta tarea. Aquí se determinará la composición real y definitiva del centro histórico, así como las acciones que se deben tomar para preservar y garantizar la permanencia del centro histórico”.
A través de las directrices del Ministerio, la Alcaldía y otras entidades del Estado podrán disponer de un plan de incentivos y estímulos para que los residentes del centro histórico puedan mantener en óptimo estado la fachada de sus casas.
“El alcalde Fredys Socarrás sacó del ‘cuarto del olvido’ el PEMP, que será la brújula para saber qué y no se debe hacer en este tema, para que el centro histórico cumpla los fines educativos, turísticos, culturales e históricos que está llamado a cumplir”, puntualizó Muñoz Peñaloza.
Importancia de un centro histórico
Un centro histórico es el corazón y el alma de cualquier ciudad, porque allí se guarda la memoria del inicio del conglomerado humano, sus costumbres, arquitectura, mitos y leyendas, que van conformando la identidad cultural de los pueblos, de acuerdo a la apreciación de la Presidenta de la Fundación Aviva.
“Conservar estos espacios históricos es también crear una oportunidad de desarrollo económico en la ciudad, porque generalmente el mantener un centro histórico bien restaurado y embellecido, es un potenciador de turismo, especialmente del tipo cultural. La gente está ansiosa de conocer parte de la cultura e historia de los pueblos que visita”, enfatizó.
En este sentido coincidió el Coordinador de Cultura de Valledupar, quien cataloga un centro histórico como la parte primigenia de la ciudad, la conexión intergeneracional para mantener la línea cultural, además, como un atractivo turístico y cultural.
Inventario de casas destruidas
De acuerdo al análisis exhautivo de la fundación Aviva:
-En la calle 16, entre carreras 7 y 8, demolieron un tejado colonial.
-En la calle 14 con carrera 5, se está cayendo una casa del siglo XVIII, con viga marcada.
-En la calle 15 con carrera 7, se cayó la cubierta de la casa colonial de la familia Baute y se colapsó el teatro Cesar, otrora hito cultural de la ciudad.
-En la calle 15 con carrera 6, se encuentra colapsado parte del techo de la casa de Ciro Pupo Martínez (primer médico de Valledupar), lo mismo que dos paredes.
-En la calle 15, entre carrera 7 y 8, han cambiado varios techos coloniales por eternit o zinc.
-En la carrera 6 con calle 14 a la salida del callejón se construyó una casa de dos pisos, adyacente a una pared colonial de la casa de la familia Valle Cuello.
-Tres casas históricas del Callejón de la Purrututú tienen la cubierta en muy mal estado y amenazan con la ruina.
-En la carrera 5 están destruyendo las casas de Buenaventura de Armas y de la familia Aarón.
-La casa de la familia Pumarejo, ubicada entre calles 15 y 14, se encuentra en mal estado.
-La casa de la familia Molina en la Plaza Alfonso López está bastante deteriorada. La parte que le adicionaron en estilo colonial en los años 60 está sin techo.
-La casa de la familia Castro, ubicada en la esquina de la plaza con la calle 15, tiene en su parte posterior el techo en muy mal estado.
PUNTOS DE VISTA
Orlando Velásquez
“El centro histórico está totalmente abandonado; considero que hay que embellecerlo con un sistema de faroles adecuados, no se deben permitir avisos, ni siquiera fijos en la pared y mucho menos avisos sobresalientes. Es urgente la recuperación de unas casas, que en un tiempo fueron mansiones y hoy están en completo abandono”.
Delber Francisco Socarrás
“La parte tradicional de la ciudad está descuidada. Ojalá arreglen a tiempo aquellas casas que amenazan con derrumbarse. Recuerdo que antes los callejones no eran en adoquines sino en piedras. El crimen más grande de la historia de Valledupar fue tumbar el convento viejo, donde está hoy en día la catedral El Rosario”.
“El exalcalde Luis Fabián Fernández hizo dos obras sin esperar el PEMP bastante infortunadas: El Parque de la Altagracia, ubicado en la calle 16 con carrera 4, y los andenes de la carrera 5, que tendrán que ser demolidos porque los cables de electricidad y telefonía deben ser subterráneos”: Alba Luz Luque, presidenta de la fundación Aviva.
- Muchas viviendas que hacen parte del centro histórico, que están en lamentable estado, han sido marcadas por ciudadanos desconocidos con la inscripción ‘sálvame’, como queriendo llamar la atención de las autoridades y comunidad en general.