Hoy 2 de febrero se cumplen cinco años desde que la empresa Cemento Vallenato vendió la primera carga de cemento en Valledupar. Durante ese periodo ha producido más de 400.000 toneladas de cemento, con ventas que alcanzan los $100.000 millones.
Cemento Vallenato es un ejemplo de persistencia. Como cuenta su gerente, Rafael Santodomingo Ochoa, el proyecto nació en el año 2002 cuando un grupo de emprendedores vallenatos se proyectaron producir cemento con la caliza de la región. Sin embargo, el proyecto se hizo realidad 14 años después.
El camino no ha sido fácil. La empresa superó el periodo de 2017-2020, en el que se vivió una caída del ciclo de la construcción y la pandemia, pero hoy la marca está en la memoria de todos y son miles los caribeños que hacen realidad el sueño de tener casa, remodelarla, construir una oficina, un local, con el cemento que se produce en la planta de La Paz, Cesar. “Estamos en las viviendas, carreteras, puentes. Hemos ayudado a construir los sueños de las personas”.
En su planta trabajan 64 personas de forma directa y de forma indirecta más de 180.
Que sea este aniversario la oportunidad para recalcar la importancia de proteger la industria local, de apoyarla, de creer en lo nuestro. Se puede trabajar en conjunto, como esta iniciativa que fue totalmente del sector privado.
“Esta es una empresa de la región, es una empresa nuestra. Así como la nación pide que consumamos lo nacional, nosotros en la región le pedimos a los ferreteros, maestros de obra, constructores, que consuman nuestro producto”, dijo el gerente a este diario.
En La Paz se estableció la planta por la riqueza de calizas de calidad que hay en la zona, de rico carbonato de calcio, un elemento fundamental para estas industrias, que además de contribuir al principal insumo del cemento, es usado para la producción de cales y otros usos, como el papel.
Actualmente se extraen y trituran de esos yacimientos de La Paz y Manaure agregados pétreos usados, según granulometrías de varios tamaños, en vías y construcciones.
Durante más de una década, las calizas de La Paz, pasadas y brilladas en aserrines especializados, se transformaban en bellos mármoles que dieron lugar al conocidísimo Café Pinto. De ese tipo es el mármol que se instaló recientemente en la Plaza Alfonso López, y ya no solo con potencial producción en las faldas del Perijá, sino en la región suroccidental de la Sierra Nevada, en los municipios de Valledupar y Bosconia.
La Paz es el municipio más cercano a Valledupar de buena localización, gente buena y apta, para el establecimiento de industrias a partir de esa importante fuente. La Universidad Nacional, la nueva Avenida Metropolitana, el paso del gasoducto de TGI, la nueva línea de transmisión de energía de 500kv Cuestecitas-La Loma, su cercanía y equidistancia vial a municipios de norte del Cesar y sur de La Guajira, como lo ha demostrado la planta de cemento ubicada entre La Paz y La Jagua del Pilar, le asegura un buen futuro industrial.
Nota al lector. Accionistas importantes de El Pilón S.A. son a su vez accionistas de la sociedad Cementos y Calizas de La Paz S.A, Cecapaz, fabricante de Cemento Vallenato.