Por Jarol Ferreira Acosta
Alguien criado y educado para lo mejor que la vida pueda brindar, para que las personas le obedezcan y lo provean; un artista, en pocas palabras, cuya preocupación principal ha sido siempre el placer ofrece siempre, hasta sin proponérselo, una mirada única, incomparable.
“Siento que me habita la irrealidad que percibo en el arte”, dice este obrero consagrado a un oficio casi exclusivamente hedonista, universal y que no considera otra opción que la de arriesgarse. Las metáforas que plantea en su trabajo invitan a reflexionar sobre nuestro entorno local; su pasado, su tradición y sus límites.
Estudió arte en el PrattInstitute, Brooklynn, Nueva York, en donde empezó a desarrollar una ocupación que desde el principio generó fuertes reacciones.
A partir de los años setentas ha mostrado suscreaciones en reconocidas galerías nacionales e internacionales. Ha sido invitado especial a La Habana, Cuba y a la feria de arte de Miami. Ha expuesto dos veces de manera individual en Nueva York y en la actualidad prepara una exhibición individual en una prestigiosa galería bogotana.
Sus obras están en colecciones particulares de diferentes partes de Colombia y el mundo: en el Museo de Arte Moderno de Cali, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, en el Museo de Arte Moderno de Cartagena, Museo de Arte Moderno de Barranquilla y Santa Marta.
Incomprendido y venerado, sus muestras nunca pasan desapercibidas; más aún en un momento en el que asumir temas como la sexualidad, la política o la religión, sigue siendo algo que genera intensas polémicas.
Un artista imprescindible dentro de la historia del arte actual, con ideas que trascienden sus influencias de Miguel Ángel, Luis Caballero, Andy Warhol y Robert Mapplethorpe; alguien que ha subvertido a través de la sensualidad y el misticismo, en donde el cromatismo o la forma pueden ser tan provocadores como la representación misma, lo que en la región hasta su momento se entendía como estética.
Escenografías para que modelos naturales habiten la atmósfera de la pasión, imágenes fragmentadas que componen una imagen más grande, esculturas con piezas como suspendidas en el espacio, pinturas con tonos ácidos, metalizados y neón, imposibles de ignorar, componen esta retrospectiva que ofrece a los aficionados a la plástica un encuentro memorable con objetos indispensables del arte contemporáneo vallenato.