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Casa Digna, Vida Digna

Esta semana el Ministerio de Vivienda dio a conocer el programa “Casa Digna, Vida Digna”, un plan de mejoramiento con el cual el gobierno quiere aportar a la meta de disminuir el déficit cualitativo.

En la presentación del Estudio de Oferta y Demanda de Vivienda de Bogotá y Cundinamarca, realizado por la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), el ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, hizo énfasis especial en el cierre del déficit cualitativo. El concepto de déficit cualitativo es definido por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, (CEPAL) como las deficiencias de calidad en diversos atributos de la vivienda, relacionados con materialidad (materiales de muros, techo y piso); espacio habitable (hacinamiento); y, servicios básicos (agua potable, alcantarillado, electricidad, etc.). Este concepto coincide con el enfoque de los Ministros y Autoridades Máximas de la Vivienda y el Urbanismo de América Latina y el Caribe (MINURVI), que definen el déficit cualitativo “como las viviendas que presentan deficiencias en la estructura del piso, espacio, disponibilidad de servicios públicos domiciliarios y, por tanto, se requiere de dotación de servicios públicos, mejoramiento o ampliación de la unidad habitacional”

Adquirir vivienda es el sueño más anhelado de las familias colombianas. Por eso, el gobierno tiene la responsabilidad de abordar el problema del acceso a la vivienda desde una perspectiva multidimensional y sensible a las variadas expresiones que reviste el déficit habitacional. La necesidad habitacional está directamente relacionada con el derecho a una vivienda adecuada, noción que significa mucho más que la disponibilidad de un techo capaz de prestar refugio a las personas. La noción de vivienda adecuada está vinculada con un amplio y complejo listado de variables donde se incluyen requerimientos mínimos de calidad material, espacio adecuado, acceso en condiciones de tenencia segura, confort, saneamiento y adaptación a las condiciones medioambientales del entorno, asimismo, la capacidad de la propia vivienda de brindar acceso a oportunidades urbanas y sociales (introduciendo aspectos asociados a la localización, acceso a transporte, fuentes de trabajo, equipamientos y espacios públicos) y el imperativo de facilitar el acceso generalizado a vivienda a un costo económico razonable en atención a la capacidad de pago de los diferentes grupos sociales. (Hábitat III y la Nueva Agenda Urbana)

Es importante resaltar que el programa casa digna, vida digna, está fundado en instrumentos metodológicos.

En lo que resta del año las bases del nuevo plan nacional de desarrollo y la definición del presupuesto de la siguiente vigencia, constituirán dos ejes temáticos de mucha importancia para el país, en este escenario el programa de vivienda tendrá un arduo fogueo, que orientará el diseño de su hoja de ruta. El timonel del programa es joven, contextualizado y con mucho entusiasmo, estas calidades invitan a creer que, existe conciencia en la valoración de que la vivienda es para toda la vida y tiene que quedar bien hecha, para que funcione bien por siempre.

Por Luis Elquis Díaz –@LuchoDiaz12

 

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