La corrupta derecha colombiana no se resiste a la pérdida del poder ejecutivo, pese a mantener casi toda la burocracia; no embolsillarse cincuenta billones de pesos por año haciendo contratos falsos la desespera, no sabe hacer cosa diferente, no participa en el sector real de la economía generando empleo y riquezas, los recursos públicos la obsesionan. El triunfo de Petro la cogió por sorpresa, decía que este nunca sería presidente, tenía plena confianza en los arreglos previos hechos en la registraduría y en el software que controla la información; desde muchos años se dice que quien escruta gana, es un paradigma electoral. Recordemos que en las pruebas de información que presentaron, Rodolfo Hernández era el ganador; CNN los chivió.
Subestimaron el potencial electoral de Petro y quizá las cifras pactadas para ganar no les alcanzaron; recuerden también que al PH le habían birlado cuatro plazas en el senado sustrayendo votos, lo mismo debieron hacer con Petro, así lo indicaban las plazas públicas. RH fue el premio de consolación para la oposición al fracasar todas sus fichas y hacia él orientaron el voto útil por aquello de que “del ahogado el sombrero”; perdió en la mayoría de los centros urbanos donde reside el 80 % de la población y solo ganó en algunas apartadas regiones; no se explica uno su alta votación.
Dados los resultados, ahora no quieren que el presidente electo con la mayor votación de nuestra historia electoral cumpla con sus promesas y con su mandato, el objetivo es interrumpir sus acciones de gobierno y/o sacarlo con estrategias perversas; no pasa un minuto sin que al presidente de todos los colombianos le lancen flechas envenenadas, la casa de Nariño se ha convertido en un polígono infernal. Le vienen del congreso, le llueven desde las cortes, desde los medios de comunicación, desde las bodegas, incluso, desde las alcantarillas. Las flechas son tantas que oscurecen el sol queriendo tapar la verdad, pero como en el desfiladero de las Termópilas, parodiando a Jerjes y a Leonidas, Petro con firmes propósitos patrios peleará en la sombra con la constitución en la mano, no con flechas, fusiles y pasquines; el cambio es ahora o nunca porque la derecha nunca más cederá este espacio exclusivo de bienestar que ha supuesto le pertenece tal como pregonaban las monarquías diciendo que todo poder viene de Dios y no del pueblo. Por eso se están empleando a fondo con todas las formas de lucha, estrategia que se creía era exclusividad de los movimientos contestatarios. El cambio es el proceso más claro de la naturaleza, la tierra tiene cuatro estaciones y cinco movimientos (rotación, traslación, precesión, nutación y bamboleo de Chandler) y cada cien mil años sufre una helada; solo así mantiene su equilibrio. El cambio es vida, lo que no se mueva muere. Si esto no cambia, nuestro futuro será de dolor y lágrimas. Entonces, ¿por qué no les gusta el cambio? Más, un pueblo empoderado no se dejará defenestrar con una guerra jurídica y falsos rumores. La procuraduría no tendrá tiempo de sancionar a todos los funcionarios que le parecen incómodos, las cortes no alcanzarán a fallar en contra todos los actos e iniciativas del gobierno, los infiltrados en la administración pública no podrán desaparecer toda la contratación y desfalcos de la cadena de robos al erario; tampoco la UNGRD podrá sacar a más narcos de las cárceles para matarlos e impedir que hablen, ni transportar más cocaína; ni a la Fiscalía le quedará fácil archivar procesos de valor y desviar investigaciones; todo viene raudo. Cómo les duele. ¡Sepulcros blanqueados! Ojalá la nueva fiscal no nos vaya a fallar; ya se ha comentado que esta negoció votos en la CSJ con tal de no tocar ciertos temas. Es preocupante que la Mancera haya sido designada a la fiscalía del Valle, su hábitat, donde tantas cosas se han dicho y donde murieron varios fiscales investigadores. Amanecerá y veremos.
Luis Napoleón de Armas P.