Como todos lo pronosticaban, en la elección que se celebró en la Heroica el fin de semana anterior resultó ganador Quinto Guerra, el típico candidato rodeado por la politiquería ramplona que lo único que le interesa es la burocracia y apoderarse de los recursos públicos, esa misma politiquería que mantiene a esa ciudad del caribe asfixiada con una seguidilla de mandatarios que se colocan al servicio de esos poderes regionales que impiden el desarrollo de la ciudad, con esta elección la capital de Bolívar está lejos de superar la crisis de gobernabilidad que sufre desde hace mucho tiempo, desde la postulación del alcalde electo, la Procuraduría a gritos advertía que sobre el señor Quinto recaía una causal de inhabilidad, sin embargo esto a nadie parece importarle, no le importó al Consejo Nacional Electoral, no le importó a quienes respaldaron esa postulación, no le importó a quienes votaron por el y mucho menos le importó al mismo candidato.
En Colombia muchas veces se actúa de forma desafiante, desafiamos las normas y desafiamos las instituciones, es común que ante las prevenciones que surjan por alguien que tiene serias restricciones para ocupar cargos de elección popular, la sordera se convierte en una epidemia y todo se lo dejamos a la suerte, en Valledupar ocurrió en la elección de Ruben “Ava” Carvajal y hace poco sucedió en Curumaní con Laura Herrera Trillos, de quienes se conocía que no podía ser alcaldes de sus municipios pero con todo y sus riesgos prefirieron desconocer el mandato legal que consagraba la causal de inhabilidad por la que no pudieron terminar sus periodos ocasionando la convocatoria a una nueva elección en sus municipios.
El Procurador Carrillo mantiene su postura y ahora amenaza con iniciar procesos si al señor Quinto toma posesión del cargo, sobra decir que eso no le interesa ni a Quinto ni a nadie, lo que interesa es recuperar el dinero invertido en esa campaña y en la del travieso Manolo Duque quien cumple una medida de aseguramiento en centro carcelario con su hermano, varios concejales y la contralora del distrito, pero la Procuraduría también se pronunció en el caso de Manolo e iniciando su mandato fue suspendido, pero eso no fue óbice para que con una suspensión vigente asistiera a una cumbre de alcaldes acá en Valledupar y lo recibieran como héroe de guerra ante el asombro del mismo Procurador General de la Nación.
Cartagena continuará en su laberinto, sin encontrar el rumbo, el doctor Fernando Carrillo no escatimará en acciones con las que reivindique todas las advertencias emitidas sobre la inhabilidad de Quinto Guerra, por lo pronto el destino de esa ciudad del Caribe continuará en manos de los mismos verdugos.