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Carta al ministro Cárdenas

Estimado Ministro: Quiero aprovechar este espacio y el momento coyuntural de la Reforma Tributaria Estructural y el Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2017, que se debaten en el Congreso de la República, para plantearle algunas proposiciones de impulso al sector agropecuario de nuestro país.

Como usted bien sabe, en Colombia existe un déficit de unas 11 millones de toneladas de alimentos anuales que debemos importar desde los Estados Unidos y varios países de Suramérica, pudiéndolas producir en nuestras zonas rurales, pero el “costo país” y la ausencia de una política de Estado para el desarrollo del sector agropecuario, lo impiden.

¿No cree ministro, que con tan delicado y creciente problema de inseguridad alimentaria y abandono del campo, es hora de establecer como criterio de asignación de los recursos al sector agropecuario, por lo menos el porcentaje de crecimiento del sector del año inmediatamente anterior? ¿No le parece incoherente y absurdo, que se apropien más recursos para gastos en burocracia, funcionamiento y estudios innecesarios que en programas de inversión?

Es hora señor ministro, de romper esquemas. Hay que ser creativos y aplicar el sentido común cuando las cosas no están saliendo bien. La repetición del pasado solo conduce al fracaso. No vacile en asignar una importante partida para financiar el programa de Zonificación Agrícola, Pecuaria y Forestal, que nos permita saber qué, dónde, cuándo y cuánto alimento debemos producir para los 48.9 millones de colombianos y los mercados externos. Por no contar con esta herramienta, estamos produciendo ineficientemente el 60% de la agricultura y ganadería del país.

Otra inversión prioritaria que está exigiendo el sector agropecuario es el montaje de un nuevo modelo de investigación y transferencia de tecnología como el desarrollado en Brasil a través de Embrapa. El nuestro va a como las procesiones de Mompox (dos pasos adelante y uno atrás). También urge instituir un sistema de presas, canales y distritos de riego en aquellas zonas agrícolas y ganaderas donde ha disminuido la precipitación anual. ¡Agricultura se escribe con agua!

Así como existen programas de chatarrización de buses, podría (por una sola vez) crear un plan de ayuda para mecanización agrícola a ver si logramos bajar en un los costos de producción e incrementar los rendimientos por unidad de tierra y de animal. Los recursos para garantizar a largo plazo los programas de coberturas de riesgo (seguro agrario, coberturas de precios, garantías hipotecarias y tasas de interés), tampoco pueden faltar.

Desarrollar esta actividad a cielo abierto, representa muchos riesgos.

Por último, señor Ministro, urge asegurar los recursos para implementar un programa de vías veredales y otro de emprendimiento rural para atraer unos 20.000 jóvenes bachilleres que hoy se dedican al mototaxismo en municipios rurales del país, por no tener una oportunidad de instruirse en un proyecto productivo rentable.

En la reforma tributaria que acaba de radicar en el Congreso, seria conveniente que se considerara una reducción del impuesto a la renta y la exención del 4×1000 para el sector agropecuario.

Ministro Cárdenas, tiene en sus manos una tremenda oportunidad de convertir el sector agropecuario colombiano en uno de los más competitivos de Latinoamérica y en un motor de desarrollo de Colombia. No la desperdicie.

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